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El cineasta ofreció disculpas a los capitalinos al finalizar el rodaje de Roma

Luego de 16 años, Cuarón retornó a la CDMX a filmar la cinta de sus sueños

Utilizó los premios ganados con Gravedad para realizar esta película que tiene que ver con su infancia

En el largometraje una secuencia reproduce la represión a la marcha del jueves de Corpus para recrear un momento histórico, llaga en la conciencia del mexicano

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Alfonso CuarónFoto Rumania Olivares
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Eugenio Caballero, diseñador de producción de la cinta, acompañó a Cuarón en la conferenciaFoto Rumania Olivares
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de marzo de 2017, p. 6

Las películas son como las cajas de cereal en las que hay premio dentro: Te comes todo el contenido porque sabes que en el fondo está la promesa de un juguete.

Esta metáfora, original del cineasta Guillermo del Toro, fue comentada ayer –en una concurrida conferencia– por el director Alfonso Cuarón, quien agradeció a la Ciudad de México (y a su gobierno), y ofreció disculpas a sus habitantes tras finalizar el rodaje de Roma, que representa el cumplimiento de su sueño.

Pasaron 16 años para que Cuarón regresara a filmar en su ciudad la película que había soñado.

Al recordar la alegoría de Del Toro, Cuarón explicó que Gravedad, por la que ganó varios premios Óscar, fue esa caja de cereal en la que me saqué el juguetito. Es decir, tener una película grande con gran producción y estrellas... Tomé la decisión de utilizarla para regresar a México y realizar esta cinta con los recursos y como había soñado hacerla. Lo que invertí fue tiempo. Pude aprovechar el momento de seguir por la tangente industrial, pero preferí regresar a lo que es mío, precisó.

Es decir, retornó a producir con el dinero necesario que le dio esa producción hollywoodense.

Roma se ubica en los primeros años de la década de 1970. Para el director se trataba de una deuda que tenía con México.

Es muy especial, porque habla de los años de mi infancia... fue más que regresar a México: es una producción en la que tuve cosas muy a flor de piel. Regresar fue una necesidad, porque siempre había habido planes de hacerlo, pero se me cruzaba algo.

Elementos universales

Ahora, al trabajar con los colaboradores con vivencias similares, pudo concretar algo que tenía qué ver con elementos de mi niñez que resultaron ser universales.

Alfonso Cuarón destacó que al observar fotos en el trabajo de mesa, “nos confrontamos al encontrar una ciudad cambiada. Ese fue un tema que nos angustió en un principio, pero lo logramos sacar. Incluso, en un momento se habló de hacerla en provincia.

“Es inevitable que un rodaje del tamaño de Roma cause molestias al público”, aceptó el realizador respecto del cierre de calles y avenidas, así como de la transformación de espacios de la urbe para hacerla parecer como hace 50 años.

Se trabajó en coordinación con autoridades y vecinos, los más importantes. En 98 por cierto recibimos su apoyo.

Por ejemplo, explicó, el cierre de la avenida México-Tacuba, en la que se reprodujo la represión a estudiantes y trabajadores de la marcha del 10 de junio de 1971 conocida como el halconazo, fue para recrear un momento histórico que es una llaga en la conciencia del mexicano.

No obstante, “la cinta no es de los actos del halconazo; ése es sólo un elemento en la narrativa de la historia. Era esencial filmar las escenas en las que sucedieron los hechos, algo que se logró, pero, insisto, las molestias en dos días de rodaje fueron inevitables”.

Se preguntó al director si hubo algo que le sorprendiera durante la producción.

El cineasta respondió que no hubo mucho, sólo el problema de obesidad que hay en la capital mexicana.

En los años 70 éramos una ciudad de flacos, aseveró.

Insistió en que “los motivos para regresar a filmar esta historia no surgieron de repente. Puedo vivir en el extranjero, pero mi cabeza es ser chilango. Estoy muy al tanto de lo que sucede en mi país, con el que estoy en contacto constante, porque extraño de donde soy, de donde vengo. Desde que hice Y tu mamá también había planes que se cruzaban con otros proyectos. Además, por razones familiares me vi forzado a quedarme en otra zona geográfica”.

También se le preguntó sobre el tema de los premios Óscar.

Les damos mucha importancia, pero son sólo una herramnienta de mercadotecnia que no tiene que ver con el estado artístico del cine como lenguaje, contestó.

Se ha sabido que Alfonso Cuarón consulta siempre sus guiones con sus amigos Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, pero éste es el único proyecto en el que no me acerqué a ellos para intercambiar ideas. Su empuje fue en apoyarme para hacer las cosas por la intuición. Ya lloraré en el cuarto de edición y los llamaré.

Roma es una coproducción México-Estados Unidos, de donde proviene el socio financiero, Participant, compañía que ha hecho muchas cintas.