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La edición 14 de ese escaparate mundial del arte contemporáneo se iniciará el sábado

Documenta se desdobla; sale de Kassel, recala en Atenas y desata polémica

La crisis griega propicia abrir un espacio de imaginación, pensamiento y acción, en lugar de seguir la desoladora configuración neoliberal que se ofrece como (no) acción, opina experto

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de abril de 2017, p. 4

Atenas.

La edición 14 de Documenta, gran escaparate del arte contemporáneo a escala mundial, comenzará esta vez en la capital griega.

Con el lema Aprendiendo de Atenas, dirigida por Adam Szymczyk (Polonia, 1970), tendrá su jornada inaugural el 8 de abril con una novedad: su duplicación temporal y espacial en el área quizá más problemática de Europa, lo cual desata polémicas.

Por primera vez, Documenta sale de su histórica sede en Kassel –ciudad industrial situada en el centro de Alemania– ampliando el tiempo de exhibición de tres a seis meses, acogiendo nuevo público (el del sur de Europa) y en coincidencia con la apertura de ambas sedes por cinco semanas a partir de la inauguración de la muestra en Kassel, el 10 de junio.

En 1955 el artista y arquitecto Arnold Bode (1900-1977) dio vida a Documenta con la convicción de que tras la destrucción física y moral después de la Segunda Guerra Mundial. Alemania podía redificarse desde el arte en cuanto a su facultad de introspección y análisis, y a la consecuente superación del sentimiento de pérdida.

La migración concierne a todos

Annette Kulenkampff, directora general de Documenta, explicó en entrevista con el periódico griego conservador Kathimerini que la elección de Atenas tenía que ver con la misma motivación que llevó a fundar la institución cuando el pueblo en Alemania abrumado por el presente no lograba ver un futuro. Un paralelo equivalente a la actual situación de Atenas. Nos interesaba, además, por el momento de cambio que se vive no sólo en Europa, sino en el mundo. La cuestión de la migración, por ejemplo, concierne a todos. Atenas destaca porque sus residentes no sólo tienen que lidiar con los problemas prácticos de la cotidianidad, sino también con asuntos existenciales (26/2/16, versión en inglés).

Esa decisión ubica a Atenas en el centro de atención; la crema del arte y la prensa global escribirán, abordarán su problemática, habrá debates y desmenuzarán su realidad.

Sin embargo, Grecia tiene una herida abierta; padece la mayor tasa de desempleo de la Unión Europea (28 por ciento), donde los embates de las finanzas europeas (en particular la alemana) a través de la troika la ha puesto frente a una política de austeridad presupuestaria extrema, con la consecuente y brutal expropiación de sus recursos que están en manos extranjeras: terminales marítimas, aeropuertos, electricidad, ferrovías y recientemente el metro y el agua potable.

Los encargados de la empresa que distribuye el agua, durante una protesta frente al Parlamento, el pasado septiembre, tras la aprobación de un nuevo paquete de reformas, gritaban: ¡Ahora les falta vender la Acrópolis. Están malbaratando la riqueza y la soberanía del país!

Si la prensa de Alemania vio con recelo el desdoblamiento de Documenta, pues los principales patrocinadores son de ese país, el mundo del arte ateniense se ha mostrado abierto o implícitamente hostil.

En una entrevista con Spike Magazine, el ex ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis (casado con la artista Danae Stratou), afirmó: “Debo decir que no estoy muy contento con la idea de que una parte de Documenta tendrá lugar en Atenas. Es como un turismo de la crisis. Es un truco para explotar la tragedia en Grecia con la finalidad de masajear la conciencia de algunas personas. Es como si los ricos estadunidenses hicieran una gira por un país africano pobre, en un safari, yendo a una cruzada de turismo humanitario. Me parece ofensiva e inútil tanto artística como políticamente”.

Un antecedente de esa descentralización geográfica fue la propuesta de Carolyn Christov-Bakargiev en Documenta (13), donde había incluido en el programa lugares tan dispares como Kabul, Afganistán, Alejandría, en Egipto, y Banff, en las montañas canadienses, aunque considerados sedes satélites, secundarias.

Sin embargo, la lógica de antítesis curatorial ya la habían planteado Szymczyk y Elena Filipovic, curadores de la quinta Bienal de Berlín en 2008, dividiendo la muestra en dos partes: una se desarrollaría durante el día y la otra por la noche.

El público mexicano recordará a Adam Szymczyk, por la curaduría de la exposición Olinka o donde se crea el movimiento, montada en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo en el invierno de 2012-2013.

Szymczyk es considerado un mago de la curaduría, un descubridor de talentos, un anticonvencional y un explorador de la jungla artística global.

En un simposio, efectuado en octubre de 2014, explicó que “la posición de anfitrión después de 13 citas en Kassel parecía no ser sostenible; había que cuestionarla, aunque fuera de manera temporal y mostrar las tensiones entre el Norte y el Sur, como se articula e interpreta en la producción cultural contemporánea.

“Atenas, siendo una metrópoli mediterránea, permite alargar el discurso artístico al ser un crisol de culturas provenientes de Europa, África, Medio Oriente y Asia. Los artistas han sido invitados para crear dentro de la dinámica de esas dos ciudades.

“La ‘crisis griega’ propicia la oportunidad de abrir un espacio de imaginación, pensamiento y acción, en lugar de seguir la desoladora configuración neoliberal que se ofrece como (no) acción, implícita en la (no) elección de la austeridad”, concluyó.

En un comunicado del 7 de marzo, se anunció que la sede principal de Documenta será el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Atenas, recinto que prestará su colección al Museo Fridericianum de Kassel; y que participarán unos 160 artistas.

Público de maratón

Documenta tiene una planeación dilatada, su naturaleza quinquenal permite articularla con base en la reflexión y la investigación en las que trabajan Szymczyk y una veintena de expertos internacionales, desde su postulación en 2013.

La muestra incluye un programa público, con la curaduría del español Paul B. Preciado, que se inició el pasado 15 de septiembre en la sede principal del gobierno dictatorial griego (1967-1974) desatando polémicas en la prensa local.

El principal reto del programa público ha sido proponer otras maneras de hacer política. Vivimos el fracaso de la democracia participativa y representativa, dijo.

Aunque las cifras de visitantes a Documenta en su historia son enormes y siempre en ascenso (en la pasada edición registró 860 mil, en sólo tres meses), es una cita exigente que requiere de un público de maratón, con condición intelectual para digerir una mole de conceptos y propuestas multidisciplinarias, que puede revisar en el sitio web.

(En Atenas, Documenta 14 se desarrollará del 8 abril al 16 de julio y en Kassel del 10 de junio al 17 de septiembre.)

Expulsión, globalización y pobreza

El director artístico de Documenta 14, Adam Szymczyk, no ha escatimado en fastos para la inauguración: jinetes del Apocalipsis recorrerán Atenas para luego atravesar Europa hasta Kassel. En la ciudad alemana se construye un templo de libros prohibidos que al final será derribado. Y en su Plaza del Rey se erigirá el símbolo de este encuentro: un obelisco de 16 metros de altura.

Según Susanne Gaensheimer, integrante de la comisión que eligió a Szymczyk director artístico, “Documenta será muy política”.

Los temas son la huida y la expulsión, la crisis de Europa, la lucha por la libertad de expresión, la gobalización, la crisis de la deuda y la pobreza.

(Con información de Dpa)