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Mañana, segunda y última función de la compañía Aksenti Danza Contemporánea en el teatro Julio Castillo

Contrastan búsqueda de la luz con la oscuridad y apatía

Con las piezas Nisi Dominus y El reflejo inefable la agrupación prosigue festejos por sus 25 años

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Integrantes de la compañía Aksenti Danza Contemporánea en un ensayo de Nisi Dominus, propuesta del coreógrafo, músico y bailarín Duane Cochran, fundador y director de la agrupaciónFoto cortesía del INBA
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de junio de 2017, p. 6

Con la propuesta Nisi Dominus, que contrasta la búsqueda interior del ser humano por la luz y la paz, con la oscuridad y la apatía, la compañía Aksenti Danza Contemporánea se presentó ayer y lo hará este domingo en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

Ambas funciones se inscriben en la conmemoración del 25 aniversario de esa agrupación.

Creada por el coreógrafo, músico y bailarín Duane Cochran, la obra se articula con las piezas El reflejo inefable, que habla de la sangre y se asocia a la idea del vampiro, y Nisi Dominus, cuyos movimientos están relacionados con la paz, la luz y la abundancia.

Esa propuesta de danza contemporánea tiene música en vivo a cargo de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), dirigida por José Luis Castillo, que interpretará en la primera coreografía El Concerto Grosso Número 1, de Alfred Schnittke, y en la segunda, la música de Antonio Vivaldi, con la participación del contratenor Iván López Reynoso, y los violinistas Cuauhtémoc Rivera y David Rivera.

Diálogo entre orquesta, solista, coreógrafo y bailarines

Las coreografías, en palabras del bailarín Jonathan Villeda, se contraponen; por un lado, en El reflejo inefable, los movimientos son fuertes, intensos como los de un animal, que intenta mostrar esa oscuridad de los seres humanos y su relación con los otros.

“La segunda pieza, Nisi Dominus, es todo lo contrario; es una obra en la que casi tocamos el cielo, flotamos; es celestial y armoniosa visualmente”, explicó Villeda, integrante de la compañía fundada por Cochran en 1991.

Este coreógrafo considera inusitado que en danza contemporánea se utilicen composiciones como las de Vivaldi y Schnittke, además de que el público apreciará en el escenario el lenguaje corporal y en el foso la música de dos grandes compositores.

El director de la OCBA, José Luis Castillo, dijo que en los años recientes la danza contemporánea se ha convertido en algo importante del repertorio de las orquestas de cámara, pues no existe un conjunto de obras común, inmediato a la orquesta.

Una de las grandes incógnitas en todas las orquestas de cámara es a qué nos dedicamos, porque nunca hay suficientes sinfónicas ni orquestas de cámara y esta condición atañe al repertorio que tocamos, explicó Castillo.

Sobre el proceso de conjuntar la danza con la música y la interpretación del solista, el director de la OCBA expresó que su trabajo consiste precisamente en concertar, en buscar un territorio común donde dialoguen la orquesta, el solista, el coreógrafo y los bailarines.

Es muy rico, sabroso, tener un texto escrito desde el cual recrear una música acústica y finalmente la llevas a la práctica, añadió.

Respecto de su participación en el proyecto, el contratenor Iván López Reynoso comentó que el Nisi Dominus es un salmo que en Vivaldi la búsqueda espiritual de la música es altísimo.

Encontramos un Gloria que es un número festivo, muy íntimo, con un solo de violín y órgano. Es una pieza con búsquedas emotivas íntimas más personales, incluso casi como si fuera una confesión.

Duane Cochran plasma en Nisi Dominus el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la apatía y la empatía de la vida.

La compañía Aksenti, con la OCBA, se presenta mañana a las 12 horas en el teatro Julio Castillo (Reforma y Campo Marte s/n, atrás del Auditorio Nacional).