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Eduardo Antonio Parra seleccionó los textos de la antología Inventario

José Emilio Pacheco dejó a los jóvenes una historia más fidedigna de México
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de julio de 2017, p. 6

Un laboratorio de todo lo que puede hacer un escritor, una caja de sorpresas y una enciclopedia cultural impresionante, eso es la antología recién publicada Inventario, de José Emilio Pacheco (JEP), dice Eduardo Antonio Parra, encargado de la selección de los textos que durante más de cuatro décadas se difundieron en la columna del escritor.

En ese trabajo, dividido en tres volúmenes, los lectores jóvenes pueden encontrar una historia mucho más fidedigna de México. José Emilio hurgaba en todos los rincones de la historia, una que no es la oficial, es mucho más divertida y mucho mejor contada. También en la cultura. Es una enciclopedia cultural impresionante, explica Parra en entrevista con la La Jornada.

“La antología es una caja de sorpresas. Uno termina un Inventario y no sabe qué va a encontrar en el siguiente. Puede ser histórico, ficción, poesía o algo sobre ella, puede ser sobre una figura o hecho histórico.”

Esta colección de textos, una de las más esperadas en el panorama editorial mexicano, abarca los periodos 1973-1983, 1984-1992 y 1993-2014. Fue coeditada por el sello Era, El Colegio Nacional y las universidades Autónoma de Sinaloa y Nacional Autónoma de México, por conducto de su Dirección de Literatura.

Mirada abarcadora

El trabajo de selección requirió en un periodo largo. Parra revisó los alrededor de mil inventarios publicados por JEP y conservó 60 por ciento. Todavía eran demasiados. Y lo eran por una sencilla razón: todos son buenísimos. Luego Pacheco descartó algunos más, y Paloma Villegas, José Ramón Ruisánchez, Héctor Manjarrez y Marcelo Uribe apartaron otros, expresa Eduardo Antonio Parra.

El también narrador destaca como muestras de la mirada abarcadora de Pacheco, quien falleció en enero de 2014, “un Inventario sobre la muerte de Pablo Neruda, al siguiente habla de un escritor europeo de ciencia ficción y enseguida elabora un perfil de Rosario Castellanos, luego se mete en algún aspecto de la historia de México para después abordar otro de la historia de la cultura. Y siempre, aunque recurra a un tema específico, habla de otras cosas.

Por ejemplo, cuando habla de Chesterton se avienta unos párrafos impresionantes sobre la literatura experimental, su profesión de fe: los experimentos literarios se hacen después de que dominas todas las formas, no antes; o sea, tienes que dominarlas para poder cambiarlas. Eso le serviría mucho a los escritores jóvenes y el que cada uno de los textos es una especie de juego contado de manera diferente, utilizando técnicas y perspectivas distintas.

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José Emilio Pacheco el 30 de noviembre de 2009, en la FIL de Guadalajara, tras conocer la noticia de que había ganado el Premio CervantesFoto Carlos Cisneros

Parra relata que en Inventario se publicaron textos de una novela que Pacheco escribió durante muchos años y nunca concluyó, en torno a 927 y 1928, cuando ocurren la matanza de Huitzilac, la campaña presidencial de Álvaro Obregón, el estallido de la guerra de los cristeros y el asesinato del Manco de Celaya.

“A José Emilio lo obsesionaba mucho el asesinato de Obregón. En los Inventarios tiene textos que no se sabe sin son ficción o realidad, donde entrevista a uno de sus asesinos. Nunca hubo historia oficial de ellos, todo se lo achacaron a José de León Toral, pero Obregón tenía balas de diferentes calibres y varias trayectorias. Lo obsesionaba mucho eso y durante varios años estuvo investigando.”

Búsqueda de causas y razones

El reverso de la historia oficial, agrega Parra, le interesaba mucho a Pacheco: “Para ello, se apoyaba en chismes y rumores, y los trataba de comprobar. Le gustaba mucho ese tipo de cosas porque decía que ahí estaba muchas veces la realidad del pasado histórico de México.

“También jugaba mucho con lo que hubiera pasado si no… tiene por ejemplo un Inventario situado en 1968, donde el movimiento estudiantil se enfrenta al presidente de México, que es Álvaro Obregón todavía, porque resulta que no lo habían asesinado en el 28. Las ucronías.”

El autor de Las batallas en el desierto y No me preguntes cómo pasa el tiempo, refiere Eduardo Antonio Parra, tiene como algunos de los temas recurrentes a la poesía y los poetas, como Ramón López Velarde, Jorge Luis Borges y Pablo Neruda, la narrativa y los hechos históricos.

“Él empieza a publicar en 1973. El primer Inventario que está recogido en la antología es sobre el golpe de Estado en Chile, pero más que político lo que hacía José Emilio es dar un panorama histórico de la política en Chile desde lo prehispánico y hasta antes del golpe. Buscaba siempre encontrar las causas, las razones en la historia para un hecho determinado.”

El último Inventario, dividido en dos partes está dedicado al poeta argentino Juan Gelman, quien había sido muy amigo de José Emilio, acababa de morir y le estaba haciendo un homenaje. En eso también era genial. Cuando conocía o admiraba mucho al escritor que había muerto lo que escribía eran ensayos muy profundos de homenaje pero con mucho cariño, concluye Parra.

(La antología Inventario ya está a la venta en la Librería de La Jornada, avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac; estaciones del Metro Zapata, División del Norte y Parque de los Venados.)