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Los jóvenes, primera línea de resistencia a las medidas de Madrid contra el referendo

¡Votaremos!, claman decenas de miles de estudiantes en las calles de Cataluña

Con camiones de bomberos y tractores pretenden impedir el cierre de los colegios electorales

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Miles de estudiantes se manifestaron ayer en Barcelona en respaldo a la celebración del referendo independentista que se celebrará el domingo. Durante la movilización desplegaron una gigantesca bandera esteladaFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 39

Barcelona.

El grito fue rotundo: ¡votarem! (votaremos, en catalán). Y en torno a esa proclama y a la idea de que mediante el referendo de independencia se convertirán en un pueblo libre, decenas de miles de estudiantes salieron a las calles de las principales ciudades catalanas para demostrar el respaldo a la consulta del próximo domingo.

En Barcelona, donde se manifestaron más de 80 mil personas, según los organizadores, muchos estudiantes llevaban lo necesario para encerrarse en los colegios electorales con la finalidad de garantizar la votación.

Hace más de dos años las fuerzas independentistas fijaron la fecha en que se votaría un referendo de independencia en el que, en el caso de ganar el sí, se proclamaría de forma inmediata la nueva república de Cataluña.

Los estudiantes se han convertido en la columna vertebral del movimiento secesionista. La expansión de los simpatizantes y activistas en favor de la independencia ha provocado este jueves la mayor movilización de estudiantes en la historia de la región.

Con el lema vaciemos las aulas, defendamos la república, estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad dejaron las escuelas para acudir en masa al llamado de la agrupación Universitarios por la República y expresar en las calles su apoyo al referendo, con la advertencia de que están dispuestos a llegar hasta el final en defensa de sus derechos.

En Barcelona salieron a las calles más de 80 mil personas, según la organización convocante, y alrededor de 16 mil, según la policía municipal. También se llevaron a cabo concentraciones y marchas en Girona, Lleida y Tarragona.

Los estudiantes catalanes se están organizando desde hace semanas para la consulta que decidirá nuestro futuro como país. Por las calles de Barcelona es habitual ver a jóvenes con la cara pintada de azul y amarillo –colores de la bandera catalana– y con una senyera como capa. Además de la asistencia a la manifestación, también se están organizando en sus centros de estudio para informar sobre el proceso de votación, pero sobre todo se preparan para encerrarse en los colegios públicos que serán utilizados como centros de votación e impedir que la policía los precinte, tal como ordenaron la fiscalía y los tribunales españoles.

De hecho, muchos de ellos ya portaban en la espalda mochilas repletas de utensilios para la ocupación, con sus tapetes, bolsas para dormir y enseres personales para resistir los próximos días. Durante la manifestación se escuchaba: votarem, seremos un país libre, viva Cataluña e independencia. La marcha recorrió el centro de Barcelona, pero el movimiento continuará los próximos dos días, en los que los estudiantes se organizan en brigadas con el propósito de convertirse en la primera línea de resistencia a la estrategia del gobierno español, encabezado por Mariano Rajoy, para impedir el referendo.

Otro grupo que se sumó de forma espontánea a la manifestación fue el de los bomberos municipales, que no sólo defendieron con una inmensa pancarta la libertad y la democracia, sino que también están dispuestos, al menos algunos de ellos, a impedir que llegue la policía a los colegios electorales, incluso piensan colocar sus camiones enfrente de los inmuebles. Algo parecido a lo que pretenden hacer agricultores de Cataluña que se preparan para viajar con sus tractores hasta el centro de Barcelona para estacionarlos justo a la salida de los lugares en los que se encuentran los más de 10 mil policías enviados desde Madrid para impedir que puedan realizar los operativos.

Mientras las calles de Barcelona y del resto de Cataluña están en ebullición, el consejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, Raül Romeva, viajó a Bruselas para explicar en la sede de la Unión Europea los pasos a seguir de cara a la independencia e insistió en que se votará, a pesar de las prohibiciones judiciales y policiales, y que si gana el se hará la declaración de independencia.

“Tenemos que aceptar lo que decida la gente. Si gana el sí, la ley del referendo establece que 48 horas después de la publicación de los resultados el Parlamento hará una declaración de independencia y la ley de transición entrará en vigor.”

En tanto, dentro de la coordinación del operativo policial se dieron las primeras discrepancias. Los Mossos d’Esquadra advirtieron que serán sus propias estructuras de mando las que decidirán cómo y cuándo actuar y que ante todo velarán por la seguridad de la ciudadanía sin poner en riesgo a nadie.

José Antonio Nieto, secretario español de Estado de Seguridad, pidió al gobierno catalán que suspenda la consulta cuanto antes y reiteró que la policía tiene la orden de impedir que se violente la ley. Asimismo, se incautaron 100 urnas y 2 millones 500 mil papeletas en la localidad de Igualada, en Barcelona, durante un operativo de la Guardia Civil.