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Protestan familiares de ausentes y de detenidos; audiencia de 13 horas

Decretan arrestos legales de 3 ex mandos y 16 policías, por desaparición forzada
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Familiares de personas desaparecidas protestaron ayer en los juzgados de Pacho Viejo, Veracruz, durante la audiencia contra 16 policías y 3 ex altos mandos acusados de desaparición forzada en el estadoFoto Eirinet Gómez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 10 de febrero de 2018, p. 23

Xalapa, Ver.

Una juez de control legalizó este viernes la detención de los tres ex mandos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de 16 policias señalados por su presunta participación en al menos 15 casos de desaparición forzada durante el gobierno priísta de Javier Duarte de Ochoa (2010-2016).

Durante la audiencia inicial contra 16 policías y los tres ex mandos, familiares de personas desaparecidas protestaron frente a la sala de Juicios Orales de Pacho Viejo, Veracruz, ante la presumible participación de estos uniformados, quienes sin órdenes judiciales detuvieron a civiles que luego eran torturados y al final desaparecidos.

En la audiencia que duró más de 13 horas se certificó de forma legal la detención del ex director de Fuerza Civil, Roberto González Meza; José López Cervantes, ex líder de la Fuerza Civil; y el ex director de Prevención y Reinserción Social, José Óscar Sánchez Tirado, preso desde septiembre de 2017, acusado de la desaparición de Carlos Bautista López.

En la protesta, Pedro Mavil Hernández, padre de Gemma Mavil, desaparecida el 11 de mayo de 2011, pidió a las autoridades que realmente se haga justicia, y se aboquen a una búsqueda efectiva, real y verídica, con resultados contundentes.

Manifestó que lo más importante de estas detenciones es que puedan aportar la información necesaria para localizar a las personas desaparecidas, y nos digan dónde están los desaparecidos. El padre de Gemma Mavil lamentó que la justicia haya llegado tan tarde, después de múltiples casos de desaparición.

En la sala de Juicios Orales las madres de los desaparecidos colgaron pancartas con los rostros de sus hijos en la valla de los juzgados, mientras las madres de los policías se recargaban en una pared con los hombros encogidos y la cabeza agachada.

Angélica Méndez, una hermana de los detenidos, expresó: Quería pasar a verlo y saber que está bien. La detención de mi hermano nos puso en un predicamento familiar; era el sustento de mi madre. Somos pobres. Estoy aquí porque soy su hermana, y me toca estar con él.