La historia climática de la cuenca de México de los pasados 800 mil años podrá ser definida gracias a un trabajo de investigación internacional encabezado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El proyecto aportará información sobre los balances hidrológicos y climáticos con implicaciones para el manejo de recursos y planeación regional.

El Grupo de Estudios de Climas en el Pasado de los institutos de Geología y Geofísica de la casa de estudios, junto a colegas de universidades de Estados Unidos, Europa y Sudamérica, financiados por el International Continental Drilling Program (programa multinacional que apoya las ciencias de la Tierra en el rubro de la perforación continental), desarrollarán entre el 5 y 8 de marzo un taller donde elaborarán la iniciativa de investigación para la perforación de la secuencia de sedimentos lacustres del ex lago de Chalco, el cual se estima tiene 500 metros de espesor.

María del Socorro Lozano García, investigadora del Instituto de Geología de la UNAM, explicó que se calcula que este reservorio contiene la historia climática de 800 mil años, por lo que constituye el registro paleoambiental más extenso de la región tropical en Norteamérica.

En este sedimento, aseveró, se han preservado rasgos y depósitos de materiales geológicos que permitirán ampliar el conocimiento de la historia volcánica y tectónica de la cuenca de México. Adicionalmente, el conocimiento de los sedimentos lacustres del lugar tendrá implicaciones para el manejo de recursos y la planeación asociada a la extracción de agua con impacto potencial en un gran sector de la población residente en el área. La cuenca de México es sorprendente: en pocas partes del mundo existen registros sedimentarios de miles de años.

Gran parte de la ciudad de México y la zona metropolitana está construida en la superficie que antes ocupaban los lagos, sobre sedimentos suaves, saturados de agua, y en áreas bajas sujetas a inundaciones. Si bien esto ha causado problemas en las construcciones, y cuando ocurren sismos, estos sedimentos, acumulados durante miles de años, constituyen una fuente de información sobre procesos que ocurrieron en la cuenca, pues contienen vestigios biológicos (algas, polen, caparazones de microcrustáceos) y no biológicos (cenizas volcánicas, isótopos, propiedades magnéticas).

Lozano destacó que el archivo sedimentario de Chalco contiene información relevante para la cuenca de México, donde viven más de 17 millones de habitantes, la mayor parte en edificaciones construidas sobre sedimentos lacustres. Por último, dijo que estimaciones recientes indican que para el año 2020 el hundimiento total será de 19 metros, lo cual pondrá en riesgo a la población asentada en la zona.