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Ver día anteriorMartes 16 de agosto de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Antonio Canova en San Carlos
Foto
Detalle de Cupido y Psique reclinados, escultura de Antonio Canova, en una de las fotografías de Mimmo Jodice, quien ha retratado la obra de su coterráneo, incluida en la exposición Sensualidad y belleza, montada en el Museo Nacional de San Carlos (Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera)Foto cortesía del museo
C

on sentido museográfico y pedagógico, el Museo Nacional de San Carlos presenta una exposición integrada por tres clases de objetos (u obras de arte si así queremos denominarlas).

El rubro más importante es el de los dibujos, no sólo porque todos están considerados originales y porque Antonio Canova privilegió la línea e incluso la arquitecura si es que uno ha tenido la fortuna de ver alguno de sus cenotafios pontificales o bien el que dedicó a Tiziano en Santa Maria gloriosa dei Frari, la iglesia veneciana que contiene su propio cenotafio, elaborado, se entiende que bajo lineamientos suyos, por sus discípulos y admiradores, que fueron muchos. Este monumento en sus inicios fue el inacabado a Tiziano, en virtud de su más famosa pintura mariana, que se encuentra allí.

El segundo conjunto en importancia es el de los yesos, acompañados de un único mármol (una cabeza), que proviene del Museo de San Diego. El público asistente la observa como mira también las fotografías de Mimmo Jodice, napolitano especializado en fotografiar escultura.

Quizá esta es la sección más admirada de la muestra y la que mejor corresponde a su título: Sensualidad y belleza. Todas las esculturas en mármol, si éste ha sido tan pulido como lo son los de Canova, son tremendamente fotogénicas, con la peculiaridad de que la mayoría carga con su propia pátina proporcionada por el escultor, pues uno de los pasos finales de sus creaciones consistía en tallarlas con piedra pómez hasta provocarles la ideal captación de luz graduada y sombras.

Como disto de ser experta en Canova, me surgen varias preguntas al ver el conjunto de los yesos que han sido elegidos por la curadora Juliana Ericani, del Museo Cívico Bassano del Grappa (hoy día nuevo museo cívico en ese lugar famoso sobre todo por la belleza de uno de sus puentes, diseñado por Palladio, y de varios de sus edificios).

Se supone, según las cédulas que ostentan muros y mamparas del Museo de San Carlos, que la confección de los yesos era un paso en la creación escultórica de Canova, posterior a los dibujos y anterior a la concreción en mármol, ¿o no podría ser al revés, es decir, de los yesos se obtenían los moldes para la fundición en bronce? (No hay aquí ningún bronce de Canova, en exhibición y mi duda proviene de que pienso en el famoso caballo Sforza de Leonardo, que nunca existió en bronce, pero sí en yeso, tanto que fuentes contemporáneas y posteriores lamentan su destruccción por las tropas francesas que se entrenaban en la pieza para prácticas de tiro al blanco).

Las réplicas de Rodin en varias escalas corresponden a otro tipo de problemática, en todo caso los yesos exbibidos en San Carlos son cabezas, incluida la de Napoleón, que por cierto no guarda parecido con la escultura del emperador que se supone es una de las esculturas retratísticas de mayor tamaño que existe y el yeso de la cabeza se exhibe.

Fue encargo del propio Napoleón y su destino (es un desnudo de enormes dimensiones) iba a ser su colocación en Milán, al inicio de via del Corso y está representado como Marte Pacificador, tanto que en su mano derecha extendida está plantada una niké (victoria) como de un metro, acorde con el tamaño de los dedos de la estatua muy detectable. Hasta donde recuerdo esta pieza se encuentra en la Brera de Milán y desde su ejeución, afirmó el propio Canova, recibió severas críticas, pero ha sido exhibida con bombo y platillo en épocas recientes.

Otra novedad es que Roberto Longhi, el historiador del arte más famoso y discutido en Italia, detestaba a Canova y aquí lo cito: “ghiacciacio frígido d’ innutile marmo…” Sea cierto o no nadie puede dudar de su maestría si bien es cierto que el anuncio y la novedad que implica el anunciar (y con verdad) la presencia de Canova en México ni con mucho ha atraído el ánimo de los concurrentes al grado en el que sucedió cuando se anunció la presencia de Miguel Ángel, eso sin tener en cuenta que Donatello, Miguel Ángel, Bernini y Canova representan sendos hitos en la historia del arte escultórico y todos han tenido amplias repercusiones.

Por ejemplo me permito mencionar la famosa escultura de nuestro Tlahuicole, que deriva casi exactamente del Hércules con Licas que se encuentra en la Galeria Nazionale d’arte moderna de Roma; esta es una curiosidad que no se ha tenido en cuenta y no hay yeso ni fotografía que reproduzca exhibido este Hércules, modelo de buen desarrollo muscular, aunque algo exagerado. En realidad esta muestra es muy apta para enseñarnos un sinfín de cuestiones y provoca placer visual.