DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 25 DE JUNIO 2007 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Las aves marinas y la biodiversidad mexicana
Horacio de la Cueva

Un bello secreto de México
Richard A. Erickson

Guerrero Negro, un lugar privilegiado
Roberto Carmona y Nallely Arce

Las aves marinas en las islas, el canario del minero
Alfonso Aguirre y Araceli Samaniego

Amenazas y oportunidades de los mérgulos de Xantus
José Alberto Zepeda y Horacio de la Cueva

Tres pelícanos del Mar de Cortés
Eduardo Palacios Castro

La fragata magnífica, un ave extraordinaria
Vinni Madsen

Isla Guadalupe: santuario de aves marinas
Mario Guerrero Madriles

En torno a disposiciones legales recientes
Horacio de la Cueva


Correo electrónico:

[email protected]

  

La fragata magnífica, un ave extraordinaria

Vinni Madsen
Correo electrónico: [email protected]


Fragata con su cría

En las costas observamos cómo vuela, siempre sin mover las alas, un ave de apariencia oscura, grande y frágil: es una fragata.

De las cinco especies de fragatas que existen en el mundo, sólo una se reproduce en México, la fragata magnífica, Fregata magnificens.Se trata de la más grande y llega a medir dos metros de envergadura.

El plumaje de los machos adultos es negro, el de las hembras adultas es negro-parduzco con pecho blanco y el de los juveniles es principalmente blanco.

Las colonias de reproducción más grandes de México están en isla Isabel e isla Margarita, en el Pacífico, e isla Contoy, en el Caribe.

Aunque en cada colonia se reproducen miles de aves, la especie está en inminente peligro de extinción.

Si una de estas colonias desaparece, el efecto será muy notable.

Además, no sabemos cuántas mueren ahogadas en redes o ganchos de pesca. No en vano se encuentra en la lista roja de las especies frágiles de México.

Las aves marinas se alimentan principalmente de productos del mar. Pero a diferencia de otras aves marinas, las fragatas no tienen plumaje impermeabilizado y no pueden acuatizar o sumergirse para alimentarse.

En el agua, el plumaje se moja dejando al ave demasiado pesada para volar y morirá ahogada.

Por ese motivo, las fragatas tienen que capturar sus alimentos desde el aire, tomándolos de la superficie del mar o cleptoparasitando: acosan a otras aves hasta que la presa que llevan es regurgitada para luego atraparla en el aire o en la superficie del mar.

En consecuencia, las fragatas tienen adaptaciones anatómicas y de

comportamiento que les facilitan pasar mucho tiempo en el aire y realizar acrobacias; además tienen una forma de vida muy especializada.La fragata es dismórfica, las hembras pesan 1.5 kg y los machos 1.3.

Este peso proporcionalmente bajo para su envergadura se debe a que sus huesos son ligeros y huecos y a que sus piernas son muy cortas.

La combinación de peso bajo y gran envergadura resultan en maniobrabilidad extraordinaria durante el vuelo.

El plumaje no impermeabilizado significa que no tienen la glándula uropigial que produce la sustancia que impermeabiliza el plumaje.La reproducción de la fragata también ha dado lugar a adaptaciones.

La reproducción empieza con la llegada de los machos a la isla.

Desarrollan un buche grande y rojo que inflan como un globo con lo que atraen a las hembras mientras lo despliegan en la parte superior de un árbol.


Fragata magnífica

Cuando una hembra sobrevuela la colonia buscando un macho, estos agitan las alas, giran la cabeza horizontalmente y tamborean utilizando el buche como caja de resonancia.Una hembra interesada en aparearse aterriza junto al macho; se quedará a su lado desde unos segundos hasta más de una semana.

El macho la corteja día y noche. Si la hembra acepta al macho, empiezan a construir el nido y la hembra pone un huevo. Ambos incuban tomando turnos semanales.

En ocho semanas nace la cría; ambos continúan turnándose en el cuidado y alimento de la cría, hasta que ésta puede defenderse. Entonces los padres dejan a la cría sola pero la alimentan. Algunos meses después, el macho abandona a la madre y a la cría.

Tal vez como resultado de la manera excepcional en la que se alimentan, los juveniles deben ser alimentados por dos años hasta que aprenden (lentamente) a hacerlo por sí mismos.

Como los machos dejan la mayor parte del cuidado de la cría a las hembras, ellos pueden intentar reproducirse cada año, pero las hembras exitosas sólo cada dos. Por eso existe una competencia fuerte entre los machos por las hembras disponibles.

Este despliegue impresionante de atracción, apareamiento y convivencia para asegurar la existencia de la especie bien vale una visita a ese inigualable espectáculo de vida que ofrece una colonia de fragatas.

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