Formar una escuela de dirección de orquesta constituye uno de los grandes pendientes que aún tiene por resolver el medio musical mexicano.

Así lo sostuvo ayer el titular del programa Instrumenta, Ignacio Toscano, quien aseguró que ése es uno de los aspectos que se han hecho evidentes con el Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta, debido a que en las tres versiones que se han realizado ningún participante nacional ha figurado entre los tres primeros lugares.

Con respeto a todos los esfuerzos que han hecho las instituciones públicas durante muchos años, el trabajo en el Conservatorio y el Sistema (Nacional de Fomento Musical), en México no existe una gran escuela de dirección de orquesta, y hace mucha falta, indicó.

Eso puede explicar por qué no hay tantos jóvenes mexicanos que se hayan estado preparando bien, ya no sólo para el concurso, sino para ser directores de orquesta. Por eso algunos han emigrado y encontrado otras opciones.

A decir del ex titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, en el país persiste un círculo vicioso en la dirección orquestal, pues si bien son pocos los artistas especializados en esa disciplina, son aún menos las orquestas que existen y eso dificulta o de plano les impide encontrar acomodo.

Por descubrir nuevos talentos

Toscano dio a conocer, en conferencia de prensa, la convocatoria del cuarto premio Eduardo Mata, cuya fase final tendrá lugar del 22 al 27 de septiembre próximo en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (la información completa puede consultarse en la página web www.instrumenta.org).

El certamen está dirigido a músicos de cualquier nacionalidad, hasta de 35 años de edad. De los inscritos, el jurado presidido por el finlandés Jorma Paula –quien será acompañado por la estadunidense Gisèle Ben-Dor y el galés Alun Francis– hará una selección de 18 para que disputen la fase final, la cual está dividida en tres etapas eliminatorias y en cuyo desarrollo participará la Orquesta Filarmónica de la UNAM.

El premio consta de 10 mil dólares, una escultura del artista oaxaqueño Sergio Hernández y la programación en 19 orquestas nacionales y del extranjero, entre ellas las filarmónicas de la Ciudad de México y de la UNAM, así como las sinfónicas de Minería, la Nacional, la del estado de Sao Paulo, de Brasil; la de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, de Venezuela, y la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, de España.

Uno de los retos del premio Mata consiste en ir detectando talentos, por supuesto mexicanos, pero también de todo mundo, resaltó Toscano.

Creo que en una época como la actual, determinada por la globalización, ya no cabe ser chovinista y pensar sólo en los mexicanos. ¡Claro que debemos apoyarlos, pero no deben ser los únicos! Tenemos que voltear hacia el mundo, como lo exige el siglo XXI.