Cintalapa, Chis., 21 de marzo. Internos del penal de mediana seguridad de El Amate rechazaron el ingreso de al menos mil agentes –entre policías estatales y federales, además de militares– que esta madrugada pretendieron inspeccionar la prisión.

El saldo es de ocho vehículos oficiales dañados, y todo volvió a la normalidad, según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

El gobierno de Chiapas señaló que en atención a denuncias de que los internos comercializan narcóticos y poseen armas de fuego, más de mil agentes intentaron inspeccionar la prisión, comandados por Juan José Suárez Soto, David García Arizmendi y Vicente Rafael Zurita Solís, directores de las policías Estatal Preventiva (PEP), Estatal Fronteriza y Estatal de Caminos, respectivamente, además de Evet Castillejos Vera, comandante de la Unidad Táctica.

También participaron militares, agentes de las policías Fe- deral Preventiva, Federal de Investigación, y agentes del Ministerio Público del orden común y federal.

Algunos reos señalaron que sospecharon del operativo porque cerca de las 22 horas del viernes ordenaron salir de la prisión a los familiares que pernoctan con ellos. Entonces ellos colocaron muebles y colchones en la entrada de la primera aduana y en la parte trasera del penal.

A la 1:30 horas aproximadamente comenzó el ingreso de los policías, quienes lanzaban gases lacrimógenos, sin embargo, la comunidad los repelió. Los reclusos, dijo uno de ellos vía telefónica, quemaron colchones y dañaron los vehículos utilizados para romper la valla.

Según la PGJE los agentes “fueron agredidos por los presos con palos, piedras y bombas molotov, por lo cual, para salvaguardar la integridad física de los internos, así como de los elementos de las corporaciones policiacas y demás personas que intervinieron, se desactivó el operativo”.

Según un comunicado del gobierno estatal, resultaron lesionados 10 policías preventivos y dañados ocho camiones tipo Kodiak de la PEP. A las ocho de la mañana los uniformados se retiraron y el personal de custodia se reinstaló en las aduanas para permitir el ingreso de los familiares.

La prisión está ubicada en el municipio de Cintalapa, a unos cien kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, y tiene aproximadamente 2 mil 500 reclusos.

Buscan disolver movimiento: presos

El incidente ocurrió en el contexto del ayuno que un grupo de presos mantiene en demanda de su libertad, y que por la misma causa el jueves pasado se suturó los labios.

Los reos, acusados de dar muerte a un servidor público en 2001, consideraron que el objetivo del operativo policiaco de esta madrugada fue disolver su movimiento.

En Tuxtla Gutiérrez, familiares de 23 presos realizan un ayuno en demanda de la libertad de sus familiares, a quienes llama presos políticos, pues fueron detenidos en el contexto de protestas sociales.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas solicitó al gobernador Juan Sabines Guerrero y al secretario de gobierno de Chiapas, Noé Castañón León aplicar medidas precautorias en el penal de El Amate para garantizar la seguridad física y emocional de presidiarios y familiares que los visitan.