jornada


letraese

Número 153
Jueves 2 de abril
de 2009



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate




editorial

Las declaraciones del Papa Benedicto XVI contra el uso del condón no sorprenden, por previsibles, pero sí provocan indignación. Contra toda evidencia científica, el pontífice no sólo niega toda contribución del preservativo al control de la pandemia sino que incluso asevera que su distribución “aumenta el problema”. Y lo hace en África, el continente más golpeado por el sida.

Para todo fundamentalismo, y el católico no es la excepción, la defensa de la doctrina siempre es más importante que cualquier consideración sobre la vida humana. Su prioridad es combatir al mal donde se manifieste. La moral católica ve la mano del demonio en cada deslizamiento del látex. El sida ha provocado millones de muertes en África, por ello las declaraciones del Papa son francamente inhumanas.

Los dichos de Benedicto XVI recuerdan las declaraciones del cardenal Norberto Rivera Carrera cuando dijo hace años que un matrimonio no debía usar condón aunque uno de los cónyuges estuviera en riesgo de contraer el VIH. Y se sitúan a años luz de distancia del deslinde ético del obispo anglicano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, cuando aconsejó, de acuerdo a la doctrina, practicar la abstinencia, pero exhortó a aquellos que no podían observarla a usar condón. Al igual que el obispo Tutu, millones de católicos saben deslindar los postulados doctrinarios de los dictados de su conciencia y, por fortuna, actúan en consecuencia.


S U B I R