Diez policías de los municipios de Monterrey, Apodaca y San Nicolás de los Garza fueron detenidos ayer, durante el quinto día consecutivo de operativos que el Ejército, así como fuerzas federales y estatales, realizan para limpiar las corporaciones policiacas de Nuevo León de elementos ligados al crimen organizado.

Con ello, se elevó a 84 el número de oficiales y mandos que hasta este viernes han sido arrestados, aunque algunos fueron liberados bajo reservas de ley, al tiempo que 68 permanecen arraigados.

El objetivo de la denominada operación limpieza es supuestamente la aprehensión de oficiales y mandos policiacos que tendrían relación con el crimen organizado, de acuerdo con listas que fueron halladas en diversos cateos de la policía en casas de seguridad de narcotraficantes.

Sin embargo, las autoridades no han explicado con precisión por qué si se trata de delitos de orden federal los que se persiguen, las diligencias las llevan a cabo agentes del Ministerio Público del fuero común y las órdenes de arraigo son dictadas por jueces del Poder Judicial del estado.

Interviene la CNDH

La madrugada del viernes, seis de los 10 uniformados detenidos el jueves en la región citrícola, fueron trasladados al Hospital Civil en tres ambulancias, para ser atendidos de supuestos golpes y torturas que sufrieron después de ser arrestados. Más tarde, cuatro fueron dados de alta y dos permanecen internados.

Según informes extraoficiales, el ex comandante de la policía de Allende, Marcelino Martínez, recientemente jubilado, era uno de los reportados graves, pues, según sus familiares, tenía los oídos estallados y las vísceras inflamadas, ya que fue sometido a torturas, presionaron una almohada con agua contra su rostro.

Otro de los más golpeados sería Juan Francisco Muñiz, agente de Allende. Según su esposa, Anabel Catalina Correa, los soldados lo torturaron para que confesara que recibía dinero de un narcotraficante. Sus familiares temen que tenga fractura de cráneo. Mientras, Humberto Vargas, secretario de Seguridad Pública de Allende, presenta, al parecer, fractura de costillas.

Juan Reyes, visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), informó que el organismo investigará presuntos maltratos y torturas contra policías estatales y municipales.

Hallan a mujer decapitada

La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil de Guerrero reportó el hallazgo, ayer por la mañana, del cuerpo decapitado de una mujer en el puerto de Acapulco. La víctima estaba desnuda, cubierta con una sábana y envuelta con dos bolsas negras.

En tanto, en el municipio de Villa Jiménez, Michoacán, el policía ministerial Victoriano Flores Juárez fue ultimado por los ocupantes de un vehículo en movimiento. El civil Mario Ceja, quien caminaba cerca de ahí, resultó herido.

En el municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, el policía municipal Eulogio Tovar, encargado de la vigilancia del domicilio del jefe de la corporación, Alejandro Noé Navarro, fue ejecutado a tiros.

En la ciudad de Durango, la policía local descubrió los cuerpos encobijados de tres empleados de la Dirección de Finanzas de ese ayuntamiento, cuyos nombres no fueron proporcionados por las autoridades. Tenían las manos mutiladas, huellas de tortura y a su lado había dos mensajes.

A orillas de la carretera Escénica Tijuana-Ensenada, en Baja California, a la altura del fraccionamiento La Joya de Tijuana, fueron halladas dos cabezas humanas, junto a las cuales había un mensaje de presuntos criminales. Otros dos sujetos fueron ejecutados y calcinados cerca de la caseta de peaje de dicha vialidad, a la altura de Playas de Tijuana.

Más tarde, la policía informó que en el fraccionamiento Villa Colonia de Tijuana se encontraron dos hombres decapitados, con las manos amputadas, junto a las cuales había un mensaje.

El crimen organizado cobró la vida de otras 12 personas en esta última entidad, Chihuahua, Sonora y Jalisco. En Sinaloa, militares decomisaron 840 kilos de mariguana encontrados en una pista clandestina ocupada por las autoridades federales el año pasado.

Detienen a integrante del cártel de los Arellano Félix

Durante la exhibición de la carrera fuera de camino Baja 500, en el puerto de Ensenada, Baja California, y en presencia de cientos de aficionados, soldados del Ejército detuvieron a Gustavo Bernardo Arellano, El Moretes, señalado como uno de los denominados tenientes de la droga de la organización de los Arellano Félix. Los militares lo capturaron en el Centro Cultural Riviera, cuando departía con el equipo técnico de un vehículo propiedad de una prominente familia mexicalense.

David Carrizales, Sergio Ocampo, Misael Habana, Ernesto Martínez, Juan Carlos G. Partida, Rubén Villalpando, Antonio Heras, Ulises Gutiérrez, Javier Valdez, corresponsalía en Durango