Sin asumir directamente una derrota, el presidente nacional de Convergencia, Luis Maldonado, expresó que los casi 900 mil votos obtenidos el domingo por su partido nos honran y nos comprometen a seguir adelante.

En un pronunciamiento público emitido a propósito, señaló que el gran perdedor es, en todo caso, Felipe Calderón, aunque Convergencia, que cuenta con 18 diputados federales en la actualidad, pasaría a tener seis como máximo en la próxima legislatura.

Dentro del partido se menciona como seguros diputados electos a Alejandro Gertz Manero y Pedro Jiménez León, y como probables a Bertha Luján, Armando López Campa (Aguascalientes) y Jaime Álvarez Cisneros (Morelos). No se vislumbra que José Agustín Ortiz Pinchetti pueda ingresar al Congreso, pues ocupa el tercer lugar en la lista de la cuarta circunscripción, y sólo entrarán los primeros.

Maldonado señaló que Convergencia asume la responsabilidad que le toca, después de que el desánimo, el disgusto y el hartazgo de la ciudadanía por el deficiente desempeño de gobernantes y actores políticos se consideran la primera gran lección de estas elecciones intermedias.

Pero resaltó que su partido permanece y prevalece pese al escenario adverso en que se desarrolló el proceso, en medio de las campañas infamatorias desatadas en contra, el acoso impune de los poderes fácticos, los cuantiosísimos recursos que desde el poder público se pusieron a disposición de los partidos dominantes y una campaña electoral regida por la más profunda desigualdad.

De ahí, señaló, el valor incalculable de cada uno de los casi 900 mil votos vertidos en favor de los candidatos de Convergencia. Además el partido no hizo una campaña electoral de ocurrencias, sino de propuestas serias y de fondo, resaltó.

Así que Convergencia refrenda hoy este compromiso con la sociedad, consciente del entorno difícil y de los intereses particulares y obstáculos que habrá de enfrentar, indicó.

Maldonado deploró que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sin contrapeso, tendrá en sus manos en la próxima legislatura el poder de abrir o cerrar las puertas a las grandes transformaciones que la sociedad mexicana reclama.

Señaló que el PRI, con complicidades vergonzantes, apoyó la creación de más impuestos; aprobó el alza a las gasolinas, con la consiguiente carestía de los productos básicos, e impulsó y aprobó reformas legislativas que bloquearon la representación ciudadana y mantienen el monopolio de los partidos sobre el acceso ciudadano a cargos de elección popular.