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Reúne un coctel de 13 cuentos en su obra Los otros, publicada por Cal y Arena

Claudia Guillén confronta al lector con las perversiones de la condición humana

La decadencia va de la mano con la realidad de la persona, manifiesta a La Jornada

La tragedia siempre está cargada de un humor negro, si no sería insportable, dice la escritora

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Claudia Guillén presentará su libro Los otros, en la Casa del Risco, en San ÁngelFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de julio de 2009, p. 4

Podría definirse Los otros, de Claudia Guillén, como un libro de historias despiadadas y personajes desolados. Podría también destacarse de él ese dejo de humor negro e ironía que impide que sus relatos caigan en asfixiantes y lacrimosas tragedias.

Publicado por Cal y Arena, se trata de un coctel de 13 cuentos en los que la autora, a veces de forma inclemente, otras de manera lúdica, pone el dedo en varias llagas y confronta al lector con una serie de conductas y características que, desde el punto de vista social, se satanizan y marginan.

Son vicios, fobias, compulsiones y perversiones que conforman parte de ese lado oscuro de la condición humana del que todos nos sentimos exentos y ajenos, aun a sabiendas de que se mantiene latente en nuestro ser para aflorar en cualquier momento.

Identidad de personajes extraños

El propósito de Claudia Guillén con esta serie de relatos, cuya escritura le implicó un trabajo de más de dos años, dista de erigirse en un retrato o una postura crítica de la decadencia en la que se encuentra inmerso el mundo contemporáneo, según aclara la escritora en entrevista.

No creo que la realidad nos imponga esa decadencia. Estoy convencida más bien de que la decadencia va de la mano con la realidad del ser humano desde que éste es tal. Que no queramos mirarla, que tratemos de ocultarla, que pensemos que no pertenecemos a ella, no quiere decir que no exista desde que el hombre tiene conciencia.

Su pretensión, explica, fue dar cauce a una serie de extraños personajes y situaciones por los que se ha sentido atraída desde hace mucho tiempo, seres incluso patéticos pero que han ejercido su derecho a elegir lo que quieren de y para sí.

Generalmente me persiguen los individuos extraños, y yo también hago lo propio, porque uno llama a sus semejantes. La idea fue dar identidad a esos personajes como individuos, dejarlos ser y hacer lo que ellos desearon y eligieron; es decir, darles libertad para ejercer su propia individualidad, la que ésta sea, no la que les marquen, agrega la narradora

Claudia Guillén destaca que en el propio título del libro, Los otros, queda marcado cuál es el eje de las historias que en él se incluyen.

La condición humana tiene su parte oscura o la parte que normalmente negamos que tengamos; es decir, la parte donde están los homosexuales, los alcohólicos, los obesos, los adictos al sexo, las madres malas, los infieles. Todos ésos son siempre los raros, los otros; uno nunca se ve en ese grupo ni se identifica con ellos, aunque de antemano sepa que, de alguna forma, tiene algo de ellos en su persona, sostiene.

Nada de retratos morales

De lo anterior se desprende la postura de Claudia Guillén de que los llamados procederes oscuros sean asumidos como parte de la condición humana, no como algo ajeno de ella, cuando menos para efectos de esta compilación de cuentos.

Eso me parece muy importante; no estoy haciendo retratos morales, sino de personajes que pueden estar un poco más o menos locos que yo; es decir, me siento parte de ese cosmos de los otros. Tengo fobias, bebo, no soy homosexual, pero no tengo nada en contra de ellos; no soy gorda, pero la gordura es un pensamiento constante en mis pensamientos y la idea de la mujer que tiene varios novios, pues no se puede porque estoy casada.

La autora se dice en un momento de su vida profesional en que la tragedia representa de manera natural una de las mejores materias primas para su escritura: No podría hacer finales felices hasta el día de hoy; no es porque yo sea infeliz, sino porque los personajes así se lo requieren.

Sin embargo, aclara que su concepción de lo trágico no es solemne ni totalmente dolorosa: Creo que la tragedia siempre va cargada de un humor negro que es implícito porque, si no, nos resultaría demasiado pesada, insoportable. Además, creo que dentro de la sicología del mexicano, y soy muy mexicana, siempre cargamos con ese tipo de humor ante las peores adversidades.

En espera de la presentación de Los otros, la cual tendrá lugar el 22 de julio a las 19 horas en La Casa del Risco (Plaza de San Jacinto 15, San Ángel), Claudia Guillén trabaja de forma paralela en otro libro de cuentos, de perfil semejante al aquí mencionado, y en una novela que abordará el caso de la trata de blancas en la frontera sur y la forma de vida que se tiene en ese punto del país, vista desde la perspectiva de los inmigrantes centroamericanos.