Sociedad y Justicia
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Peligran arrecifes por el aumento del bióxido de carbono: Tudela

Límites a los GEI ponen en riesgo cumbre de Copenhague

Difícil lograr otro periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto

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El aumento en el volumen de bióxido de carbono que existe en la atmósfera amenaza la sobrevivencia de los arrecifes, advierten expertosFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de julio de 2009, p. 41

Aunque existe el reconocimiento internacional de que el incremento en la temperatura del agua

no debe rebasar dos grados centígrados, porque pondría en riesgo la sobrevivencia de los arrecifes coralinos, será difícil llegar a un acuerdo para establecer un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto, sostuvo Fernando Tudela, subsecretario de Planeación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Aseveró que todavía hay una gran división entre los países del norte y el sur; además, China e India mantienen una posición muy dura. El experto es parte de la representación mexicana en las negociaciones que se realizan rumbo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebrará en diciembre en Copenhague y en la cual se definirán los nuevos compromisos del protocolo, cuyo primer periodo vence en 2012.

Indicó que en la pasada reunión del Grupo de los Ocho (G-8) y el Grupo de los Cinco, por primera vez hubo consenso de los gobiernos de limitar en dos grados el aumento promedio de la temperatura en el planeta, lo cual es un enorme avance, de ahí se desprenden muchas cosas, ya que uno no pude decir que se limite a dos grados y no tomar las acciones que garanticen que eso es posible.

En esa reunión los países del G-8, Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá e Italia, acordaron reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 80 por ciento para 2050, mientras que para las naciones en desarrollo que forman parte del Grupo de los Cinco, México, Brasil, Sudáfrica, China e India, la reducción sería de 50 por ciento, pero las naciones asiáticas no aceptaron.

Tudela explicó en entrevista que con el límite propuesto de 450 partes por millón (ppm) al volumen de bióxido de carbono que existe en la atmósfera –actualmente hay 386 ppm–, la probabilidad de no rebasar el aumento de dos grados centígrados es de 50 por ciento y sería muy difícil defender una estabilización de las concentraciones a niveles mayores de 450 ppm. Sin embargo, asentó, países insulares dirán que aún con esta cantidad de GEI se les condena a la desaparición.

Esta situación pone presión en el sistema de consensos y además genera ciertas repercusiones en otros frentes de negociación. Detalló que de acuerdo con la emisión de GEI que se da en este momento, vamos disparados a 600 ppm, y lo que se busca es que disminuya esa tendencia, al año se generan dos ppm a la atmósfera, y si este paso se mantiene, el mundo saldrá del rango de seguridad muy rápido.

Las naciones en desarrollo tienen algo de razón, si se toman en cuenta emisiones acumuladas y responsabilidades históricas, se observa que en realidad los países desarrollados han emitido más, y está bien que por primera vez acepten que colectivamente (el G-8) tienen que reducir las emisiones en 80 por ciento o más. Es lo mínimo que les tocaría. Indicó que si se reconoce que se deben reducir las emisiones, lo que se debe discutir es cómo hacerlo, porque de lo contrario la meta global no se va a alcanzar.

Mientras los gobiernos evalúan las medidas que se deberán adoptar, hay preocupación científica, porque los glaciares desaparecen más rápido de lo que esperaba el Panel Intergubernamental de Cambio Climático; es el caso del Ártico.

Tudela consideró que algunos países le tienen más miedo a un nuevo arreglo en Dinamarca que al propio cambio climático; hay naciones que no acaban de entender el riesgo para el desarrollo y es claro que un arreglo inequitativo podría perjudicar sus posibilidades de crecimiento económico, al establecer una limitante que los países industrializados no tuvieron.