Opinión
Ver día anteriorDomingo 23 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Pluguiera a Dios que...
P

uedo imaginar a Sergio Pitol desde su casa en Jalapa pedir por teléfono a Carlos Monsiváis que de su parte saludara a José Emilio Pacheco y lo felicitara por su cumpleaños 70 y por el aluvión de premios y reconocimientos que ha estado recibiendo por estos días. Sergio cerró la plática con la invocación, Que nos despidan bien. Imagino que habrán reído los dos amigos, como rió el público en el Instituto de Bellas Artes aquí en México cuando Monsiváis transmitió al homenajeado el mensaje de Pitol.

Monsiváis llevaba papeles en las manos pero hablaba sin leerlos, si acaso les daba un vistazo, hasta que Pacheco lo interrumpió para precisar no sé qué, con lo cual la ponencia de Monsiváis se transformó en un diálogo con Pacheco. Recordaron la primera vez que se conocieron desde antes de que de hecho se conocieran, pues, aunque por teléfono estuvieron de acuerdo en que el encuentro fuera en el Café de las Américas, no acordaban cómo habrían de reconocerse una vez que por fin estuvieran in situ, a sus 20 años, a finales de los 50. Ahora, Monsiváis decía un verso y José Emilio continuaba recitando el poema que Carlos recordaba que hubieran recitado en aquel primer encuentro. Al alimón recitaron a los poetas que leían en aquellos años, y se corrigieron mutuamente en algún dato de lo que hoy recordaban que ayer conversaron, hasta que uno de los dos dijo pluguiera y se detuvo. Desconcertado, preguntó al otro si ese tiempo verbal se declinaba o cómo. En busca de respuesta, los dos recurrieron a los demás ponentes a su lado en la mesa, Margo Glantz, Elena Poniatowska y Francisca Noguerol, que les sonrieron, pero que no los sacaron de la duda, como tampoco lo hizo Vicente Quirarte, el moderador. ¿Se declina pluguiera? ¿Cómo? ¿O en qué contexto se usa ese tiempo verbal? Desde mi butaca en la primera fila del auditorio lo único que yo podía pensar al respecto era que pluguiera se continuaba con a Dios, que siempre que se decía pluguiera se decía pluguiera a Dios, pero nada más, ni siquiera sabía el significado del término en duda, pluguiera.

No me sumí de vergüenza, porque no sentí que nadie esperara que yo sacara de la duda, ni mucho menos del aprieto, a José Emilio y Monsiváis. Y nadie del público pareció poder contribuir tampoco de ningún modo a resolver el escollo que enfrentaban los ponentes en el foro. El silencio incómodo que el incidente provocó tanto en los participantes como en los asistentes al homenaje a José Emilio finalmente se diluyó en risas, toses y reacomodos en los asientos hasta que los ponentes retomaron el hilo de su diálogo que, por otra parte, no duró mucho más.

De esto pasaron varias semanas hasta que, por razones que no viene al caso traer a cuento, Adolfo Castañón tuvo que enlazar electrónicamente a María Luisa Capella conmigo, pero coyuntura que yo aproveché para preguntar a Adolfo cuándo se usaba pluguiera y cómo, si es que, se declinaba. Sintetízame, le pedí, la historia de pluguiera, de dónde viene, cómo se usa (sólo recuerdo haber oído/leído pluguiera a Dios), ¿se declina?

Conocí a Castañón a principios de los 70, a nuestros 20 años, en el taller de narrativa que Augusto Monterroso impartía en la universidad. Castañón usaba el pelo largo, publicaba la revista Cave canem y acababa de regresar de un viaje en el que había recorrido Francia a pie. Hablaba francés como nativo, y de nuestro grupo de talleristas era el más letrado. Con el paso del tiempo no me extrañó que de todos los aprendices de escritor que éramos entonces, Castañón hubiera sido el primero en convertirse en Académico de la Lengua.

A vuelta de correo me contestó:

PLUGUIERA: La palabra placiera es una forma verbal correspondiente al imperfecto de subjuntivo del verbo placer. La raíz para la formación del imperfecto de subjuntivo y del futuro de subjuntivo es la tercera persona del pretérito perfecto simple (llamado también indefinido). Indefinido de placer = plací, placiste, plació o plugo, placimos, placisteis, placieron. De ahí que la tercera persona del singular del imperfecto de subjuntivo pueda ser placiera o pluguiera/ pluguiese. Son clásicas las expresiones pluguiera a Dios que + subjuntivo / pluguiera al cielo que + subjuntivo.

Y acotó: La información sobre pluguiera proviene de Hispanoteca. Lengua y cultura, que está a disposición en la red.