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Aclara que los recursos naturales son de carácter nacional, de acuerdo con la Constitución

Bolivia necesita inversionistas, no patrones, dice Evo Morales a empresarios españoles

Reitera su rechazo a bases militares extranjeras, aunque no romperá con Colombia ni con EU

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En el palacio real de El Pardo, el presidente boliviano, Evo Morales (al centro), se reunió con los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, así como el príncipe Felipe y su esposa, la princesa Letizia (en ambos extremos)Foto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 15 de septiembre de 2009, p. 22

Madrid, 14 de septiembre. En Bolivia necesitamos inversiones. ¡Claro que las necesitamos! Pero queremos socios, no patrones sobre nuestros recursos naturales, proclamó hoy aquí el presidente boliviano, Evo Morales.

Durante un encuentro con lo más selecto del empresariado español, celebrado en el hotel Ritz, el gobernante indígena lanzó al menos tres mensajes de calado para los representantes del capital y, de paso, para algunos militantes de la derecha española.

En los salones del hotel madrileño se congregaron desde fieles seguidores del ex dirigente cocalero, que lo esperaron con banderas de Bolivia, hasta los presidentes de las multinacionales españoles más importantes en materia de energía, como Repsol, Red Eléctrica Española y Endesa.

Morales admitió sentirse un tanto nervioso ante tal despliegue de medios, tan ajenos a su trayectoria personal y política, y también por la presencia de destacados empresarios, diplomáticos y políticos, incluidos varios miembros del derechista Partido Popular (PP), que en los últimos días no han cesado de criticar su presencia en España.

El Foro de la Nueva Economía –organizadora del encuentro– fue el escenario para la presentanción de Morales, quien marcó su territorio ante algunos de sus principales detractores en la comunidad internacional.

Comenzó por hacer un poco de historia al recordar recurrentes golpes de Estado en su país, donde hasta hace muy poco las comunidades indígenas –la mayoría de la población– no tenían derecho a expresarse políticamente; no se había reconocido el derecho al voto universal; no podían votar las mujeres, donde los recursos naturales eran explotados sin que el beneficio redundara en la población.

Reconoció que en los primeros años de su mandato, que inició en 2006, tuvo que aprender sobre la marcha cosas que antes ni siquiera sabía que existían, como el concepto de deflación, la necesidad de la inversión para el correcto funcionamiento de la economía, o los riesgos para la estabilidad macroeconómica que representa una inflación elevada, para lo que tenía que seguir día a día el precio de la carne o las verduras.

Después de un minucioso repaso a la evolución de los últimos años de Bolivia, y del movimiento que representa, Morales explicó que uno de los cambios fundamentales en su país, que además está reconocido en la nueva Constitución, es el carácter nacional de los recursos naturales. Nosotros queremos socios, pues claro que necesitamos de la inversión. Pero queremos socios, no patrones, sobre nuestros recursos naturales. Una cosa sí tenemos muy claro: no queremos que se repita lo de Potosí con el litio, ni con el hierro ni con el petróleo.

Acto seguido, el dirigente boliviano denunció: Hemos descubierto a empresas multinacionales que conspiran contra nuestro gobierno para desestabilizar al país y eso no lo vamos a permitir.

Añadió: “quiero aclarar una cosa: ha habido empresas –ninguna española– que han intentado financiar mi campaña con objetivos poco claros. Y eso tampoco lo vamos a consentir. En Bolivia se puede hacer negocio con respeto a las leyes, pero en ningún caso permitiremos que se intente corromper al gobierno con el financiamiento de campañas”, en alusión al apoyo externo que ha tenido la oposición de su país de cara a las elecciones del 6 de diciembre, en las que buscará su relección.

Antes de trasladarse al Palacio del Pardo, para una reunión con el rey Juan Carlos, Morales también recordó que precisamente una de las herencias del Estado colonial es la corrupción, así que uno de los objetivos prioritarios de su gobierno y de su movimiento es acabar con ese fenómeno.

El jefe de Estado boliviano también reiteró que la presencia de las bases militares de Estados Unidos en América Latina es nociva para la democracia, pues en la historia de la región hay nutridos ejemplos de que donde hay bases, hay golpes de Estado y atentados contra la democracia.

Sin embargo, Morales aclaró que no voy a romper relaciones con nadie, ni con Colombia, que acepta en su territorio este tipo de instalaciones, ni con Estados Unidos, cuya última participación en el derrocamiento de un gobierno latinoamericano fue en Honduras, donde, según Morales, está probada su participación.

Y recordó la expulsión de Philip Goldberg, embajador estadunidense en La Paz. Yo no podía permitir a un embajador que conspiraba contra mí, contra mi gobierno.

Y resaltó: Hay quienes dicen como broma que sólo en Estados Unidos no ha habido golpe militar, porque no tienen una embajada estadunidense.