Melbourne, 28 de enero. La belga Justine Henin y el británico Andy Murray mantuvieron sus aspiraciones para alcanzar el título del Abierto de Australia, al instalarse en la final individual femenil y varonil, respectivamente, donde son esperados por los números uno del mundo, la estadunidense Serena Williams, y Roger Federer o el francés Jo-Wilfried Tsonga.

Henin y Williams protagonizarán el duelo ideal del torneo, pues en el último y decisivo partido de la competición se medirán la estadunidense, vigente campeona del Grand Slam australiano, y la belga, ex primera raqueta del orbe, quien regresó a las canchas tras 18 meses de pausa en su carrera.

Henin eliminó a la china Zhen Jie en las semifinales, por 6-1, y 6-0, y sueña con cumplir el éxito logrado por su compatriota Kim Clijsters, quien regresó al tenis con la coronación del Abierto de Estados Unidos 2009.

Estoy contenta de haber ganado tan fácilmente, es la mejor preparación posible para la gran final. Será un momento especial, el sueño continúa para mí, declaró Henin, sin pasar por alto el respeto que tiene hacia Serena: es una gran guerrera, añadió.

Justine Henin dejó fuera del torneo a la china Zhen JieFoto Reuters

Murray, por su parte, convenció a los escépticos de que tiene todo lo necesario para ganar el primer Grand Slam del año. El escocés puso a sus pies a la multitud reunida en el Rod Laver Arena con un milagroso tiro ganador en su victoria ante el croata Marin Cilic.

Ese punto cambió el ritmo del partido y Murray ganó 3-6, 6-4, 6-4 y 6-2, para enfrentar al ganador del segundo duelo semifinalista entre Federer y Tsonga.

El británico, quinto cabeza de serie, alcanzó su segundo grande, luego de caer en la final del certamen estadunidense de 2008 justamente ante Federer.

Si Murray de 22 años, actual número cuatro del tenis mundial, ganara la final en Melbourne, su posición en la clasificación mejoraría notoriamente y superaría al serbio Novak Djokovic y al español Rafael Nadal, que se ubicarían tercero y cuarto, respectivamente.

Además se convertiría en el primer británico que se corona en un torneo grande del circuito, como lo hizo Fred Perry en 1936.