La Paz, 1º de febrero.. ¡Ni olvido ni perdón, justicia!, ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!, ¡Juicio y castigo a los culpables!, ¡Juicio y verdad, desclasificación (de documentos militares), fueron los reclamos que resonaron esta tarde en el edificio de la vicepresidencia de Bolivia durante el acto de entrega a sus familiares de los restos de cuatro integrantes de la guerrilla de Teoponte, asesinados por el ejército en 1970.

La nueva ministra de Justicia, Nilda Copa Condori, se comprometió durante la ceremonia, a que se continuará con la búsqueda de los restos de los desaparecidos, no sólo de la citada guerrilla sino de los desaparecidos en todas las dictaduras que padeció Bolivia durante el siglo XX.

Asimismo asumió el compromiso de dar continuidad a lo que se ha emprendido para hacer justicia y castigar a los culpables de dichos crímenes.

Agradeció el apoyo de los gobiernos de Argentina y Dinamarca para lograr recuperar los restos de estos mártires por la liberación y la democracia y de este proceso que vivimos hoy.

Cuatro pequeños féretros conteniendo los restos de quienes en vida fueron Francisco Imaca Rivera, Colla; Delfín Mérida Vargas, Mario; Eloy Mollo Mamani, Dulio y Rafael Dimas Antezana Egüez, Eloy, fueron colocados en el presidium, con la bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN), al que pertenecieron.

El ex senador del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Antonio Peredo, Ana Urquieta, presidenta de la Asociación de Familiares de Desaparecidos (ASOFAMD), y Tania Imaca, familiar de Colla, coincidieron en el planteamiento de que el sacrificio de estos jóvenes, puso el piso a este proceso que ahora estamos desarrollando, en palabras de Peredo.

Éste subrayó asimismo que la búsqueda de los restos de los guerrilleros ha sido incesante por parte de los familiares de los desaparecidos, como incesante ha sido la persecución contra los caídos.

Relató Peredo que durante décadas los familiares de los guerrilleros recogían las versiones de la gente sobre dónde había tumbas clandestinas pero cuando llegaban a buscar los cuerpos se encontraban tumbas vacías. Los compañeros de Teoponte y Ñancahuazú (la guerrilla del mítico Ernesto Che Guevara) siguen causando miedo porque luchaban por la liberación nacional y la construcción del socialismo, aseveró.

Celebró que la ministra de Justicia haya decidido continuar la búsqueda de los restos de los compañeros de Teoponte como se hizo con los de Ñancahuazú, que se inició en 1968, fue hasta 1997 que se recuperaron los restos del Che Guevara y en 2000 los de sus otros compañeros. Apuntó: “ahora nos vamos a encontrar con la misma actitud de odio y confrontación contra sus familiares (de los guerrilleros de Teoponte).

Desde el público, doña Gladis Solón Romero, una de las fundadoras de ASOFAMD, madre del desaparecido durante la dictadura de Hugo Banzar, José Carlos Trujillo Oroza, agradeció el compromiso del gobierno de continuar con la búsqueda de los desaparecidos. Ella logró llevar a juicio al gobierno boliviano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la desaparición de su hijo.

Por su parte, Olga Flores, hermana del desaparecido Carlos Flores Bedregal, junto con Marcelo Quiroga Santacruz durante el golpe de Estado de García Meza y Martha Montiel, hija de Tirso Montiel, otro de los guerrilleros asesinados en Teoponte, insistieron en la necesidad de que se desclasifiquen los documentos militares de la época para conocer el paradero de sus familiares, se castigue a los responsables de su desaparición y se recuperen sus restos.