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Se abrió muestra con trabajos de 10 participantes en el Programa Bancomer-MACG

Proponen un diagnóstico del arte más emergente y las carencias de los artistas

Los jóvenes creadores recibieron apoyo de asesores nacionales e internacionales, dijo la directora del museo Carrillo Gil

De manera original abordan el narcotráfico, la migración y las cárceles

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Libro intervenido, trabajo de José Antonio Vega Macotela, perteneciente a la serie Time Divisa, 2009, incluida en la exposición de 10 jóvenes artistas mexicanos en el recinto de Revolución 1608Foto Cortesía del museo Carrillo Gil
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de febrero de 2010, p. 7

La muestra de 10 jóvenes artistas mexicanos que participaron en el Programa Bancomer-MACG: arte actual, se inauguró ayer en el Museo de Arte Carrillo Gil.

El objetivo de esa iniciativa, cuya inversión asciende a unos 3 millones de pesos, fue hacer un diagnóstico del panorama del arte más emergente y atender no solamente los aspectos de la exhibición o promoción de los artistas, sino enfocarlo también a la formación, que es una de las carencias en el país: el acceso a la educación, a las asesorías, incluso a los recursos y a las herramientas, y para ello tuvieron el apoyo de profesionales y asesores nacionales e internacionales, precisó Itala Schmelz, directora del Museo de Arte Carrillo Gil.

Las obras exhibidas son de Edgardo Aragón, José Antonio Vega Macotela, Marcela Armas, Jorge Satorre, Diego Buergos, Diego Pérez, Omar Barquet, Claudia López Terroso, Sergio Gutiérrez y Pablo López Luz.

Una de las ideas centrales del programa es trabajar de manera individual con cada artista, “no era nada más meterlos en un solo cajón y decirles ‘aquí tienen su dinero, hagan lo que quieran’, sino conocer sus proyectos y capacidades, y entender qué les ha faltado”, añadió Schmelz, y destacó que algunos creadores seleccionados fueron al extranjero –Brasil o Estados Unidos–, además de un seminario y talleres teóricos en los que se les sugirieron lecturas; hubo encuentros con especialistas, lo que les permitió confrontar inquietudes, o bien se les pagaron cursos o renta de talleres para que tuvieran espacios de trabajo además del apoyo para adquisición de equipos.

Lo que se presentará a partir de hoy son 10 proyectos “muy distintos, con procesos de trabajo muy diferentes entre sí. Algunos eran artistas con varios años de wxperiencia, otros ‘recién salidos del horno’. Nosotros decimos que lo que van a ver en salas son 10 individuales chiquitas”, en las que se da cuenta del proceso que llevó a la creación de la obra, la investigación y la reflexión, porque muchas veces los chicos salen de las escuelas y buscan la forma de acceder al mercado, hacer un producto final lo más rápido posible y no se les da tiempo de reflexionar, indicó la curadora Ruth Estévez, quien adelantó que los libros que se adquirieron para este programa serán de acceso al público próximamente.

El rango de edades de los artistas es de 23 a 35 años, quienes trabajaron en diferentes soportes, desde video-documental hasta fotografía, y hablan de diversos temas, por ejemplo el narcotráfico, la violencia, la migración, los problemas carcelarios, pero de formas muy originales, indicó Estévez.

La posible existencia de un denominador común sería la heterogeneidad: “En los años 90 del siglo pasado hubo un auge bastante fuerte que determinó ciertas ramas de trabajo, y estos chicos son un fruto de todo esto. Existe un panorama más heterogéneo, porque hay muchísimos más artistas, más centros de exposición de los que había en esos años, creo que eso ha hecho que las cosas se flexibilicen. Hay puntos en común, a lo mejor en la forma de hablar de problemáticas sociales, pero no me atrevería a decir que es ‘la tendencia’. Este programa tampoco trata de decir ‘estas son las tendencias del arte contemporáneo’, ‘esto es lo que se está haciendo’, más bien es un diagnóstico, un mapeo; pero lo que abunda es la heterogeneidad. Pensar en tendencias es algo que se necesita hacer con muchos años pasados”.

Gabriela Velázquez, de la Fundación Bancomer, precisó que las obras no formarán parte de los acervos de la fundación ni del museo, y que este programa continuará porque queremos que este formato sea bienal.

La exposición se puede visitar en el Museo de Arte Carrillo Gil (avenida Revolución 1608, San Ángel).