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La artista exhibe columnas de barro y fotografías en el atrio del templo de San Francisco

Paloma Torres pide defender los espacios públicos para propiciar la reflexión y contener la violencia
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de marzo de 2010, p. 5

Para la escultora Paloma Torres (DF, 1960) los espacios públicos son los jardines de los habitantes de la ciudad de México, quienes en su mayoría viven en departamentos. De allí su deber de cuidarlos.

Cuando abrimos la puerta a la calle, ese es nuestro jardín, lo que vemos hacia afuera”, expresa la artista, quien con el título Paloma Torres: ciudad de construcción, exhibe 12 columnas hechas con barro de Zacatecas y engobes –la más alta de tres metros 36 centímetros– y 14 fotografías en el antiguo atrio del templo de San Francisco (Madero 7, Centro Histórico).

Se trata de una selección de la obra expuesta hace dos años en el Museo Amparo, en Puebla. La muestra es organizada por la Fundación del Centro Histórico y el Museo Soumaya.

Llevo muchísimo tiempo con la idea de montar mis piezas como son: columnas que sostienen. No son estas dóricas, jónicas, corintias o lo que sean, son esas piezas contemporáneas que para mí es como la nueva naturaleza del hombre. Los que vivimos en la ciudad es lo que tenemos.

Torres siempre quiso montar su obra en algún espacio abierto, un lote baldío, un estacionamiento, hasta con una gotera así de repente medio terrible. En cambio, le dieron la joya que es el otrora atrio junto a la Torre Latinoamericana.

Proveniente de una familia de arquitectos, lo primero que escuché fue: el espacio es lo que te dará un significado diferente en tu vida. Si no somos conscientes de que el espacio determina el carácter de una sociedad, no llegaremos a ningún lugar.

De acuerdo con Torres, hay que aprender a cuidar el espacio público, porque de otra manera “en vez de crear ciudades que provoquen la inteligencia, la reflexión, la creación, provocamos lugares enajenados, donde lo único que lograremos es la violencia.

Si tuviéramos más reflexión sobre la relevancia de la cultura, del arte, de crear espacios dignos para el desarrollo humano, no tendríamos el nivel de violencia que hoy tenemos. El hacinamiento y la falta de educación nos lleva a vivir como estamos. No mandar al Ejército, sino mandar un ejército de educadores.

Del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, para la artista más que el mero hecho de celebrar hace falta ver qué tipo de independencias, qué tipo de revoluciones hemos logrado a escalas social y personal. Está bien Hidalgo, Morelos, todo, pero qué nos dejaron la Independencia, la Revolución, como sociedad contemporánea.