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Mi ruta del cine iba al desastre; yo quería hacer cosas underground, dice a La Jornada

Vila-Matas arma novela a partir del personaje desconocido de Joyce

En mi obra todavía hay muchos lugares por explorar, indica el escritor catalán

Presenta Dublinesca, su libro más reciente, en la librería Rosario Castellanos del FCE

 
Periódico La Jornada
Martes 4 de mayo de 2010, p. 4

El escritor Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) afirma que, literariamente, se encuentra en un viaje en el que va avanzando camino a su hogar y detalla: nací muy lejos de donde estoy ahora; he construido una obra que, para bien o para mal, es la mía, y en ella hay todavía muchos lugares que inspeccionar, muchas habitaciones a las que acudir. Está en marcha una obra en la que apenas he construido parte de ella, por lo tanto, el camino es mucho más interesante que nunca.

En ese recorrido de largo aliento que, explica, no ha estado exento de contrariedades y complicaciones, el autor presenta ahora su novela Dublinesca (Seix Barral), cargada del espíritu de su admirado James Joyce.

Del cine a la literatura

En entrevista con La Jornada, Vila-Matas señala que después de tantos años dedicados a la literatura sería absurdo si hoy dijera que me he sentido como pez en el agua, significaría que he estado siempre comodísimo. No. Ha sido un trayecto lleno de contrariedades y complicaciones, como todo en la vida. Pero actualmente no tiene nada de doloroso.

Recuerda que su primer impulso de juventud no fue “escribir y escribir; el asunto fue más azaroso. Quería dirigir cine, pero el servicio militar en España me llevó a África del Norte; ahí no tenía posibilidades de hacerlo, pero tuve a mi alcance la oportunidad de escribir y empecé una novela que terminó siendo mi primer libro publicado por Tusquets (Mujer en el espejo contemplando el paisaje, 1973).

“Empecé a escribir más por necesidad de hacer algo, antes que perder el tiempo como soldado durante un año en esa colonia militar. Así fui llegando a la idea de escribir, muy lentamente. Por eso no sé en qué momento decido ‘voy a escribir y escribir’.

“Mi ruta del cine iba camino al desastre, porque yo quería hacer cosas absolutamente underground, anticomerciales. No iba a encontrar productor y habría fracasado. De modo que fue beneficioso que mi idea de entrar al sendero del arte fuera a través de la literatura, donde he podido trabajar sin necesidad de encontrar productores que financiaran películas de alto coste.

Si pudiera toparme con el Enrique de entonces, más que hacerle recomendaciones, lo dejaría hablar, seguro que tendría que decirme muchas cosas interesantes olvidadas por mí en el camino; sería un encuentro con toda mi memoria juvenil.

Foto
Enrique Vila-Matas, ayer, durante la entrevista con La JornadaFoto Carlos Ramos Mamahua

Adoradores de James Joyce

Con entusiasmo, Enrique Vila-Matas habla de la Orden de Caballeros de Finnegans que recientemente fundó con otros cinco enamorados de Joyce: “es una orden republicana, que imita a la de Toledo que fundaron Luis Buñuel y Salvador Dalí en la residencia de estudiantes. Cada año nombramos un caballero nuevo; es una orden muy rígida en la que básicamente es imprescindible adorar a James Joyce. A partir de ahí tenemos un código muy férreo de normas por las cuales están sometidos a la expulsión todos sus miembros a la mínima que cometan un error. Por tanto estamos siempre muy pendientes uno del otro. Somos creadores, escritores, de diferentes procedencias narrativas. Este año será el tercero que viajaremos a Dublín para estar en el Bloomsday en junio y nombrar a otro caballero en lo alto de la torre Martello, que es donde inicia Ulises”.

En 2008, narra Vila-Matas, cuando los caballeros de la Orden de Finnegans acudieron al cementerio de Dublín, se unió al grupo, fugazmente, un joven que se parecía a Samuel Beckett y después se perdió en la niebla. “Eso puso en marcha la novela Dublinesca; pensé que aquello no había ocurrido porque sí. A partir de ahí empecé a pensar en el libro, porque es un personaje que en Ulises aparece 11 veces: el desconocido, nadie sabe quién es. Se han escrito muchos libros en torno al tema.

“Nabokov dice que el desconocido es el propio James Joyce. Si fuera así, el personaje que Bloom en Ulises ve al salir del cementerio es su autor. La idea de que el personaje central de Dublinesca, un editor, pudiera ver en Dublín a su sombra y ese desconocido fuera su autor, es lo que puso en marcha el motor de esta narración.”

Respecto de su cambio de editorial, que en España cimbró al mundo de los libros (dejó Anagrama, donde se dio a conocer y publicó 16 títulos), el escritor sólo explica que, como ocurre con tantas relaciones largas, hubo diferencias, pero concluye: no voy entrar en detalles, no lo creo oportuno.

La novela Dublinesca de Enrique Vila-Matas se presenta este martes a las 18 horas en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE), en avenida Tamaulipas 202, esquina Benjamín Hill, colonia Hipódromo Condesa. Participan Juan Villoro y el autor.