Opinión
Ver día anteriorMartes 25 de mayo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

La IDN de Bejarano y la supervía

Cesa el golpeteo ¿en razón de qué?

N

o será fácil entender cómo fue que las huestes de René Bejarano decidieron dar marcha atrás a su oposición a la obra llamada supervía, que construirá el Gobierno del Distrito Federal en el poniente de la ciudad.

Hasta hace una semana, por lo menos, en las reuniones conocidas como misas, que se efectúan cada martes, casi siempre en el Centro de Convenciones de Tlatelolco, Alejandro Sánchez Camacho, el inefable Sombrita, juraba frente a una audiencia de poco más de 500 personas que “la supervía poniente es un negocio mediático (¿?) de Marcelo (Ebrard) y su grupo”.

Casi en el mismo tenor, el líder del PRD en el DF, Manuel Oropeza, aseguró en la misma reunión que en el conflicto de la misma construcción se sigue en pie de lucha, en apoyo a los vecinos. Y aún más: “que lo de la supervía está a la luz pública, de vecinos y medios de comunicación; que hay un fuerte rechazo popular contra la obra de Marcelo y su grupo”.

La postura férrea de los bejaranistas no tardó en desmoronarse. Sin que la semana terminara, ya había voces que alertaban sobre la defección del grupo. El primero fue Sombrita, que de pronto habló de diálogo entre las partes, y la gente puso cara de what? Luego fue el propio Oropeza, quien de plano dijo que hay que fortalecer al gobierno, porque al final de cuentas el PRD es parte de él. Y parece que allí terminó el asunto.

Era más que sabido que IDN, tribu en manos de Bejarano, no estaba metida en el asunto de la supervía, pero ante el rechazo del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, a las peticiones del líder del grupo, los guerreros de la tribu se lanzaron a cortar el cuero cabelludo del mismísimo Marcelo.

El cambio tan drástico de actitud de esa expresión política ha hecho pensar que los pricipales actores de este suceso llegaron a un acuerdo que supone felicidad para ambas partes.

Ebrard, como sabemos, estará contento por quitarse de encima una oposición que a todas luces mostraba cara de chantaje, pero ¿y René Bejarano? ¿Cuáles son las condiciones que impuso?, porque pensar que fue sólo de cuates, sería tanto como engañarnos todos, y eso no se vale.

Hace rato que en las filas de IDN se habla de que cualquier tipo de acuerdo con el gobierno de Ebrard tendría que pasar, necesariamente, por la imposición de Dolores Padierna como senadora por el Distrito Federal. Y ésa es la versión que hoy corre por las oficinas del GDF. ¿Será?

De pasadita

Dicen en el GDF que, en serio, los diablos andan sueltos y las tareas del secretario de Gobierno por poner un dique a las aspiraciones de mucha gente del gabinete, y fuera de él, se han tenido que multiplicar para tratar de enfriar un poco los ánimos, pero la verdad es que el perol está ardiendo.

Las patadas entre los miembros del gabinete no son bajo la mesa, sino encima de ella, lo que ha creado un ambiente, dicen, nocivo para las tareas que tiene enfrente el gobernante de la ciudad.

Algo tendrá que hacer Marcelo Ebrard para que sus muchachos no se desbalaguen. Hay incluso quienes piden que sea el propio jefe de Gobierno quien les ponga un estate quieto y les advierta que aún falta mucho para que las cosas maduren y se dé el banderazo de salida. Tal vez lo mejor sería destapar las cartas ya y hacer responsables a cada uno de sus colaboradores de las tareas que les corresponden en el gobierno. Así, quien no cumpla que se vaya a su casa con la etiqueta de ineficiente. ¿Qué tal?