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El crimen podría ejercer su poder en las elecciones, advierte

Hay ausencia de autoridad en todos los niveles: Arquidiócesis
 
Periódico La Jornada
Lunes 21 de junio de 2010, p. 20

La Arquidiócesis de México criticó que ante la violencia que se padece en el país exista una ausencia de autoridad en todos los niveles de gobierno y un combate al crimen organizado con estrategias muy limitadas, al grado que hemos llegado a la posibilidad, incluso, de que el crimen ejerza su poder político en las próximas elecciones.

En el editorial de su semanario Desde la fe, la Iglesia católica local señaló que “la delincuencia marca su ley por encima de toda policía, porque la supera en armamento y estrategia, o porque la amenaza y corrompe.

Agrega: Hemos llegado a la posibilidad incluso de que el crimen ejerza su poder político en las próximas elecciones estatales, no sólo imponiendo candidatos, asegurando plazas o negociando oscuros financiamientos, sino impidiendo la realización de la (elección) misma y el derecho de la gente a elegir el proyecto y al candidato político que considere idóneos destacó.

Indica que en el combate al crimen organizado es necesario reconocer el terrible problema de corrupción, de ingobernabilidad y de falta de aplicación de estrategias fiscales para erradicar el brazo financiero del fenómeno delictivo.

Asimismo señala que la Policía Federal (PF) no ha influido de manera determinante para controlar esta situación; más aún, muy a menudo se ha visto no sólo superada por el crimen organizado, sino también involucrada en acciones delictivas.

Manifestó que aunque las fuerzas armadas participan en el combate a las actividades delictivas, la corrupción en las autoridades mexicanas complica el panorama de la salvaguarda de los intereses de la nación.

Las armas de la delincuencia parecen insuperables: servicio telefónico (celular) sin control de nadie, armas de todos los calibres, dinero sucio que circula libremente en mil proyectos de lavado ante la complacencia de bancos y gobierno, empresas del crimen invisibles a las auditorías fiscales y políticos corruptos involucrados en funestos arreglos.

Tras enumerar hechos delictivos de las últimas semanas manifiesta que se ha llegado al colmo de que los delincuentes controlan barrios enteros de algunas ciudades y su amenaza amedrenta gobiernos que deciden reducir sus obligaciones por temor.

Además de que territorios completos –como Nayarit, Durango, Tamaulipas, Chihuahua y Guerrero– viven en la incertidumbre y que en autopistas y carreteras de Michoacán, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas el crimen organizado se da el lujo de tener sus propios retenes ante la incapacidad de los gobernantes para poner un alto.

El nivel de inseguridad al que se ha llegado –sostiene– nos habla de una sociedad en profunda descomposición de sus valores, su tejido social y familiar, pero también de la indolencia de tantas autoridades que no cumplen con su responsabilidad. ¿Qué más tiene que pasar para que todos reaccionemos?, agregó el editorial.

Por otra parte, la Iglesia católica de la ciudad de México difundió ocho reglas de seguridad mínimas que, consideró, se deben prever para evitar la desaparición y robo de menores, ya que se trata de un fenómeno delictivo que se estima afecta al año a un millón 200 mil niños en el mundo, de los cuales mil 100 casos suceden en el país.

La campaña permanente de prevención contra el robo y abuso sexual de niñas y niños, que realiza desde hace meses una institución de asistencia privada en las parroquias capitalinas, ha tenido una aceptación favorable entre la feligresía local, informó la Arquidiócesis de México.

En su semanario Desde la fe publicó que los infantes deben tener presente no hablar con extraños y no aceptar juguetes o dulces, si no están acompañados por un familiar adulto. Además, cuando les soliciten información sobre su familia deben comunicarlo de inmediato a sus padres.

De igual forma, recomienda a los niños que en los lugares públicos donde haya mucha gente no se separen de los adultos que los acompañan.