Cultura
Ver día anteriorMartes 29 de junio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Eduardo Rincón exhibe pintura, escultura y gráfica en la galería Caja Blanca

Persiste artista en su búsqueda alrededor del mundo vegetal

Veo la biología siempre desde el punto de vista naturalista, más que científico, indica

Foto
Terra viridis 56 (2010), caja con fruto, hilo y texto sobre papel que forma parte de la exposición de Eduardo RincónFoto Cortesía de la galería
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de junio de 2010, p. a13

Desde niño, Eduardo Rincón (Cuernavaca, Morelos, 1964) aprendió a dibujar, gracias a que su madre es profesora de dibujo.

Cuando se le pregunta, ¿qué vino primero, el arte o la ciencia?, responde: “Soy un artista que estudió biología.

“Mi forma de ver la biología –prosigue– siempre es desde el punto de vista naturalista, más que desde el científico, de la precisión, la exactitud que se requiere para ese trabajo.

Cuando trabajo en la biología mi vocación es más fuerte por el misterio que por resolver la parte técnica, que en la ciencia exacta consiste en buscar pautas y procesos, en lugar de sorprenderse por lo no descubierto de la naturaleza.

Actualmente Rincón exhibe pintura, escultura y gráfica con el título Terra viridis, que significa tierra vigorosa, en la galería Caja Blanca (Paseo de los Tamarindos 90, local 27-PB, colonia Bosques de las Lomas).

Considera su trabajo en la biodinámica como “la perfecta unión entre la ciencia o la investigación, digamos, científico-espiritual y el arte. El punto central de mi trabajo es el mundo vegetal –más que la naturaleza– y lo abordo desde el punto de vista de la plástica, pero también cultivo las plantas.

Ahora trabajo con piedras y otros objetos; incluso he abordado tantas técnicas que las personas siempre piensan que estoy en otras cosas, pero sigue siendo una búsqueda sobre el mundo vegetal, aclara.

Rincón empezó pintando paisaje. Para su primera exposición, efectuada en 1992 en la extinta Galería Sloane-Racotta, exhibió selvas, porque trabajó en la selva seis años haciendo ecología tropical de plantas. Eso fue lo macro; luego me fui a lo micro y estuve haciendo semillas. Ahora trato de fusionar la parte esotérica de las plantas, al buscar detrás del significado de su forma y encontrar la parte más profunda del movimiento de aquéllas con los planetas, con otras fuerzas formativas.

Dibujo y texto

–¿Cómo se acerca al objeto?

–Salgo a caminar al campo, recolecto frutas, semillas, hojas, sin ninguna idea de qué voy a hacer con ellas, y las voy acumulando en mi taller. Al mismo tiempo trabajo mucho la parte de idea y de concepto dentro del estudio y de repente, un día, entro al taller y se me revelan las cosas que necesito hacer. Así es como mejor trabajo, sin meter la mente. Trabajo la parte física muy rápido.

Respecto de su técnica, el entrevistado se refiere a sus cajas, que equivalen a pequeños experimentos. A veces hay dibujo, a veces texto. Son como si fueran fragmentos de un poema, entonces, en cada uno hay toda una meditación acerca de la germinación.

De acuerdo con Rincón, germinación debería llamarse un gran cuadro al óleo que domina el espacio de la galería y se refiere al momento de caos, justo antes de que una semilla de girasol, por ejemplo, se convierta precisamente en girasol.

De allí que el artista ha representado “un movimiento energético de profundo caos. Traté de no hacerlo redondo, pero mi brazo así es.

En ese cuadro hay una forma preliminar que está en el fondo, que es más oscura y hay energía concentrada allí.