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La serie será presentada en la Casa Refugio Citlaltépetl, anuncia el editor Luigi Amara

El sello Tumbona lanza la colección Derivas para reivindicar al ensayo

Un libro de Luis Ignacio Helguera destaca entre los primeros cuatro volúmenes

El género se cultivó con mucha calidad en el siglo XX, pero ahora casi todas las editoriales lo ignoran, dice

Foto
Luis Ignacio Helguera en imagen de 2002Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de julio de 2010, p. 7

Escribir, además de una herramienta y un arma, es sobre todo un placer. Y lo es más todavía cuando se dejan vagar las ideas libremente, cuando uno se permite hablar con ironía y humor de las cosas en apariencia más triviales, pero que muchas veces son las más íntimas.

Ese es el espíritu que llevó a Tumbona Ediciones, sello aparecido en 2005, a lanzar una colección dedicada al ensayo, pero no al especializado en política, economía u otros temas igualmente serios, sino al que se realiza por el simple gusto de cultivar la buena escritura, sin necesidad de demostrar algo en particular.

El objetivo es dar espacio a un género en el que se busca pensar por uno mismo sobre cualquier asunto, y en última instancia, para lanzarse a la aventura de saber quiénes somos, afirmó en entrevista con La Jornada el editor de Tumbona, Luigi Amara.

Los primeros cuatro volúmenes de esa colección, titulada Derivas, van en ese sentido, y fueron hechos por escritores que reflexionan sobre sí mismos con ironía y un estilo arriesgado y experimental.

Las encías de la azafata, del tapatío José Israel Carranza, es un libro en el que el autor habla lo mismo de los cafés en los que ama ver pasar el tiempo, que de los programas de televisión que marcaron su infancia.

Todos esos detalles, que pueden parecer nimios, conforman su personalidad, su manera de ver la vida, y en última instancia son una confesión de sus fracasos, debilidades y manías, llevado al papel de una forma humorística.

Culto por la brevedad literaria

El segundo título es De cómo no fui el hombre de la década y otras decepciones, de Luis Ignacio Helguera, autor fallecido en 2003, quien cultivó la brevedad literaria, al estilo de Augusto Monterroso, Juan José Arreola o Julio Torri.

Como Helguera dejó inconcluso el volumen, el equipo de Tumbona lo completó, guiándose por un índice que dejó preparado antes de morir.

Los otros dos ejemplares de la colección son Retrato de mi cuerpo, del ensayista neoyorquino Philip Lopate, quien habla de sus manías y fobias –como su peculiar gusto por callar a la gente en el cine–, y Literatura de izquierda, del argentino Damián Tabarovsky, autor que generó controversia en su país al afirmar que la literatura está atrapada entre el mercado y la academia.

El ensayo, dijo Amara, es un género que se cultivó con mucha calidad en México durante el siglo XX, con escritores como Alfonso Reyes, Salvador Elizondo o Salvador Novo, pero que en años recientes ha sido ignorado por casi todas las editoriales.

Parece como si no existiera, aunque sigue habiendo muy buenos ensayistas jóvenes, que desde nuestro punto de vista tienen gran vivacidad, por eso nos lanzamos en la apuesta de sacar esta colección especial, añadió.

La presentación de la serie Derivas será hoy a las 19:30 horas en Casa Refugio Citlaltépetl (calle Citlaltépetl 25, entre Amsterdam y Campeche, colonia Hipódromo Condesa).