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Crece escándalo de corrupción; Luzhkov vacaciona en Austria

El Kremlin da una semana al alcalde de Moscú para reflexionar y presentar su renuncia
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 21 de septiembre de 2010, p. 31

Moscú, 20 de septiembre. El Kremlin concedió al alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, una semana de vacaciones para reflexionar, ante su negativa de abandonar el cargo de modo voluntario y anticipado, mientras los canales de la televisión pública continúan sacando, en horario estelar, los trapos sucios de la gestión del cacique capitalino.

Los programas especiales, de inusual tono crítico, ponen el acento en desprestigiar a Luzhkov y cuestionar –lo que hasta hace poco se toleraba desde el Kremlin– que la esposa del alcalde, Elena Baturina, se haya convertido, tras hacer todo tipo de negocios en esta capital al amparo de su marido, en la mujer más rica de Rusia, con una fortuna que ronda los 3 mil millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de la revista Forbes.

A pesar del baño de lodo que le cayó encima, el alcalde hizo pública su intención de seguir al frente de Moscú hasta el último día del actual periodo, que concluye en junio de 2011.

Con esto, sólo consiguió echar más leña al fuego porque la decisión no depende de él: es prerrogativa del presidente de Rusia, desde que en 2004 se privó a los ciudadanos del derecho de elegir a los gobernantes de las entidades de la Federación, incluidos los alcaldes de la capital y de San Petersburgo, todos designados ahora por el Kremlin.

La campaña en su contra continuó con mayor intensidad, siempre dando a entender que incurre en abusos de poder y favorece a su esposa de manera amoral, pero sin llegar todavía a formular denuncias concretas ni exhibir pruebas concluyentes que pudieran derivar en responsabilidad penal.

Con cada nuevo ataque, según expertos locales, Luzhkov percibe que se reduce su margen de maniobra y que está cada vez más cerca de la disyuntiva de ceder parte de su emporio económico para poder jubilarse con relativos honores o terminar su carrera política como imputado en procesos bajo cargos de corrupción.

A más descrédito público, menos posibilidades de que el primer ministro Vladimir Putin salga en defensa de Luzhkov en su enfrentamiento directo con el presidente Dimitri Medvediev, que es el origen de su caída en desgracia.

Amo y señor de Moscú, en calidad de invariable alcalde desde 1992, esto es, durante ya 18 años, Luzhkov cometió un grave error al publicar, a comienzos de septiembre, un artículo que se interpretó como un intento de devaluar el papel de Medvediev como titular del Kremlin y, por el contrario, de apostar por Putin como mejor candidato en las presidenciales de 2012.

El texto del alcalde pretendía demostrar que, en la controversia en torno a la construcción de la autopista de peaje entre Moscú y San Petersburgo, la posición de Putin en favor de talar el bosque de Jimki es la única solución inteligente y acorde con la modernidad, pero se excedió en la descalificación de Medvediev, quien ordenó suspender las labores con la idea de sopesar rutas alternativas.

La situación en la sociedad es extremadamente difícil y la atmósfera moral no se corresponde con las tareas del desarrollo, escribió Luzhkov. También enfatizó la poca eficacia del Estado, el descrédito de los órganos de poder y la falta de nexos entre autoridades y población, entre otras frases poco halagadoras para el titular del Kremlin y, a modo de conclusión, remató: ¿Acaso vamos a pasarnos otros cinco años sólo hablando y sin hacer nada?

Luzhkov, en realidad, quiso hacer público su respaldo a la tala del bosque para evitar que se apruebe la más sensata ruta alternativa, la cual –según datos del canal de televisión NTV– afectaría las tierras adquiridas por su mujer para habilitar fraccionamientos de lujo y un campo de golf.

Y esa actitud desafiante colmó la paciencia de Medvediev, de cuyo primer círculo salió la orden de comenzar la campaña contra Luzhkov en la televisión pública.

Se llegó a un extremo tal que si Medvediev, al término del paréntesis semanal que le dio al alcalde para asumir su derrota, no destituye a Luzhkov, podría firmar el decreto sobre el fin de su propia carrera política.

Por lo pronto, Luzhkov optó por viajar a Austria, donde el canal de televisión Rossiya-1 asegura que su mujer posee un hotel y otras propiedades en los Alpes, para festejar en familia este martes su 74 cumpleaños.