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Balance de la Jornada

Que sigan los festejos bicentenarios, porque aquí no pasa nada

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El americanista Mosquera sufrió para contener a la ofensiva celesteFoto Víctor Camacho
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o dijo Lapuente; al final nada pasará. El escándalo por la fiesta de los tricolores terminará con arreglos bajo la mesa y todos –excepto Efraín Juárez y Carlos Vela– posarán para la foto en el partido de Ciudad Juárez. La Máquina pitó frente a las Águilas y está de nuevo en la cima del certamen, mientras el estadio Omnilife lució desolado en el mismísimo clásico tapatío.

Rafael Márquez se arrepintió de haber declarado: Déjenme todo el poder. No sé si como presidente (de la FMF) o directivo, y mientras Mario Carrillo negó haber dicho que Javier Aguirre vivió en Sudáfrica su sepelio futbolístico, Néstor de la Torre dice que no sabía de la fiesta, cuando fue el primero en enterarse. La excusa para todos es que fueron malinterpretados.

Néstor creyó que estaba en la escuelita de Jorge Vergara con un régimen de autoridad militar. Sacó su vara para aplicar castigos y se llevó la lección de su vida. En el futbol hay reglas no escritas y después de la metida de pata, a estas horas ya debe conocer el amplio historial de los festines que se han dado los tricolores de todas las épocas, bacanales memorables que fueron bien cuidadas y nunca trascendieron.

Con el escándalo de la fiesta en Monterrey salieron a la luz muchas verdades. Era falsa la frase tan sobada por los jugadores, esa de que estaban dispuestos a concentrarse hasta medio año con tal de ir a un Mundial. Ahora, en la carta atribuida a Rafa Márquez y dirigida a los federativos, los tricolores dejaron muy en claro su inconformidad por la larga concentración.

A Justino Compeán y Decio de María, quienes intuyen que hubo mano negra y no fue Márquez quien escribió la misiva, no les queda más que respaldar a Néstor de la Torre, tal como lo exige Vergara, para no demeritar la autoridad de los de pantalón largo, y al mismo tiempo conciliarse con Rafa, quien a pesar de su irregular actuación en el Tri, es la figura en activo más relevante del futbol mexicano.

De la Torre anticipó vía telefónica sobre los castigos a los capitanes Márquez y Torrado, por eso el ex defensa del Mónaco y Barcelona se dio a la tarea de alistar la respuesta que turnó a los directivos al día siguiente. Pero Néstor dejó cabos sueltos a los que se aferran las mentes febriles: ¿Cuál fue el supremo pecado de Efraín Juárez y Carlos Vela? ¿por qué a ellos decidió suspenderlos seis meses?

Mario Carrillo aguardó, aguardó y se cansó de esperar. No le llegó ninguna oferta y más bien fue él quien se negó a recibir los santos óleos en Johannesburgo, y habló. Al timonel, ex asesor de Lapuente, Hugo Sánchez y otros más, se le acusa de ser el autor intelectual del fracaso en el segundo Mundial de Javier Aguirre, y entre negaciones y aclaraciones, recalcó que el único responsable fue el Vasco.

Rafael Márquez desde hace tiempo planea su vuelta al país, pero quiere hacerlo de manera importante, sin los sueños de plantarse en el banquillo que pretendió cristalizar el Pentapichichi. Ya hizo un intento por adquirir la franquicia del Atlas y ahora advierte que buscará convertirse en federativo, con la ilusa quimera de trabajar en favor del futbol por encima del poder de las televisoras.

En su faceta altruista el zaguero creó en 2005 la Fundación Rafael Márquez, para atender a niños de escasos recursos en Michoacán y Jalisco, y con proyectos similares en Coahuila y otras entidades se ha asociado para esos fines con figuras como Lorena Ochoa, Pável Pardo y Oswaldo Sánchez, así como con su ex club Barcelona. Ahora espera salir airoso de este lío, en el que Lapuente ya vaticinó: No va a pasar nada.

De la mano de Enrique Meza, Cruz Azul se quitó de encima el yugo de siete años –todo un hechizo– que habrá hecho suspirar con alivio hasta al tristemente célebre Miguel Sabah, por aquello del miedo ante la playera amarilla. La victoria sobre su coco llamado América da vida a la ilusión de por fin ser campeones y, por lo pronto, continúan en el liderato general del torneo.