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Contra el establishment

La relación con EU, institucional y respetuosa, aclara

No aceptamos injerencias, afirma la fiscalía de España
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 39

Madrid, 30 de noviembre. La fiscalía de España aseveró hoy que no acepta injerencias y resaltó que hay una relación institucional y respetuosa con Estados Unidos, al conocerse nuevas filtraciones de Wikileaks que dan cuenta de las presiones que habría ejercido la diplomacia de Washington sobre gobierno, judicatura y partidos políticos.

Los despachos diplomáticos se refieren a los intentos por frenar sumarios relacionados con el asesinato de José Couso, el camarógrafo español abatido en Bagdad por un comando estaduindense, así como detalles sobre el paso por España de los llamados vuelos de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) para trasladar presos a Guantánamo, y hasta el intento de abrir un juicio por genocidio contra George W. Bush y José María Aznar, por la guerra de ocupación de Irak.

Los informes divulgados este día aquí por el diario El País, como parte de los más de 250 mil archivos que comenzaron a ser publicados el fin de semana, fueron redactados en la embajada de Estados Unidos en Madrid, y de nuevo quedó patente que los diplomáticos –del embajador para abajo– ejercen tareas de espionaje. Los cables fueron elaborados por los dos embajadores más recientes, Eduardo Aguirre, designado por la administración Bush, y Alan Solomont, actual representante de Barack Obama.

En un encuentro con el entonces director de gabinete de Rodríguez Zapatero en La Moncloa, Carles Casajuana –hoy embajador en Londres–, el diplomático estadunidense le dice, en marzo de 2007: Se me está acabando la paciencia ante los comentarios tan desleales del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y sus aliados sobre Estados Unidos.

El embajador estadunidense también expresó su preocupación ante La Moncloa por un artículo firmado por el juez Baltasar Garzón, en el que proponía abrir juicio contra Aznar y Bush por genocidio, apelando al principio de justicia universal que se aplicó por primera vez contra Augusto Pinochet. No es fácil imaginar a este enamorado de la propaganda que es Garzón, desconectado de la máquina de hacer titulares de prensa a menos que se le obligue a hacerlo, dice el embajador estadunidense.

Los documentos de Wikileaks desvelan que Washington ofreció hasta 85 mil dólares a Madrid por cada preso de Guantánamo que aceptara.