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El viernes próximo se estrena la opera prima del mexicano, La mitad del mundo

Hago cine de crítica social, pero con humor: Jaime Ruiz Ibáñez

Mingo, protagonista de la cinta, con capacidades diferentes, muestra que puede ser mejor que los que no las tienen

La película, realizada en 2009, ha participado en varios festivales

Foto
Los actores Hansel Ramírez y Luisa Huertas en un fotograma de la cintaFoto cortesía Jaime Ruiz Ibáñez/CUEC-UNAM
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de enero de 2011, p. 6

Jaime Ruiz Ibáñez es de los pocos cineastas mexicanos que en cada cortometraje ha cosechado buenos comentarios de la crítica.

Ahora presenta La mitad del mundo, su opera prima, que se estrenará el viernes próximo con 10 copias, después de dos años de producida. En entrevista con La Jornada, el director afirma que el corazón de la cinta está en su protagonista, Mingo, joven con un ligero retraso mental

“Mingo es el abrazo solidario, la risa, la nobleza, la entrega sin prejuicios; el amante estigmatizado que puede ser mejor que nosotros, los considerados hombres normales. Mingo se convierte en el centro de los pecados de los otros; es el espejo de lo que no queremos ver y que juzgamos sin sentido. Es el reflejo de lo que no aceptamos, y nos duele reconocernos. Ser diferente tiene sus riesgos. Eso es La mitad del mundo, ¿de qué lado nos acomodamos mejor: del de los pecadores o de los santos?”

Prejuicios, al descubierto

La mitad del mundo narra el despertar sexual de Mingo, el joven de capacidades diferentes, carismático y poeta fantasioso, que pone atención a los detalles más insignificantes de la vida cotidiana. Su nueva condición de amante le traerá popularidad y también problemas: pondrá al descubierto los prejuicios y la falsa moral de un pueblo enceguecido que lava sus culpas, con un final inesperado. Ruiz Ibáñez comenta: “Siempre me ha parecido que tienes que ser honesto con tu propuesta y material; por eso, si no hubiera hecho ese final, siento que me hubiera traicionado. Además, desde el principio tenía en mente esta conclusión; o sea, tenía que ser consecuente con la historia.

“Me encontré con ella, que está inspirada en mi cortometraje La caja, de 2003, sobre un joven que tiene retraso mental y vive con su madre de la tercera edad. Es una relación muy intima desde bañarlo hasta dormir juntos; así que para La mitad del mundo me pregunté qué sucedería si a un joven con estas características le llegara su despertar sexual. Me pareció interesante tratar este tema, además de las historias que giran alrededor: la relación con su madre, sus amigos, su vida cotidiana, sus divertimentos... uno de ellos es leer la Biblia, que se sabe de memoria.

El cantar de cantares se lo recita de forma tan natural, que las mujeres sucumben ante este encanto, porque, además, a falta de hombres en el pueblo –quienes han emigrado–, tienen la necesidad de ser escuchadas, seducidas y tocadas, y quedan prendadas de su voz, su trato y poesía bíblica.”

La mitad de mundo está protagonizada por Hansel Ramírez, Paulina Gaitán, Luisa Huertas, Lumi Cavazos, Ana Karina Guevara e Ignacio Guadalupe. Entre algunos festivales donde la película ha participado se encuentran: el Internacional de Cine de Morelia (2009), en selección oficial; la edición octava del Vancouver Latin American Film; el Hola México Film; el Australia 2010; el de Cine de Monterrey, y en el reciente de Cine Iberoamericano de Huelva, España.

El cineasta agrega: También está el tema del machismo de los hombres que se quedan en el pueblo; los que no han migrado a Estados Unidos tienen más interés en arreglar un coche que en las necesidades de su mujer o de su hija, quienes buscan una salida a su sexualidad, por eso Mingo es usado como objeto sexual.

Otro de los temas de la película, según el director, es: La ambivalencia que hay entre la religión y los creyentes; el hecho de manejar en ciertos momentos de la cinta algunas citas bíblicas e iconografías religiosas, como la escena en la cual los dos personajes de la historia con el mismo problema mental hacen el amor para representar a Adán y Eva, porque son seres puros a quienes la sociedad condena. Pero además de encontrar muchas referencias políticas, sociales y religiosas con la película también el público se podrá divertir con la historia.

Sobre el propósito que tenía cuando comenzó a escribir la película, Ruiz Ibáñez comenta: “Siempre he querido que mis historias hagan una crítica a la sociedad, pero que a la vez tuvieran humor. Me siento cómodo con la tragicomedia; cuando desarrollaba esta historia sentí que podría tener todos los elementos que me interesa manejar, por eso está llena de contrastes, y también cuestiona y divierte.

Desde el título los buenos y los malos, los santos y los pecadores; Mingo está del lado de los buenos, por eso hace milagros. Si me extiendo más, la historia de Mingo está en la franja de cualquier pueblo latinoamericano, finaliza.