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Realizan encuentro de medicina tradicional en Cumbre Tajín

No se valora la capacidad sanadora del chamanismo
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Lauro, sanador inca, durante una sesión de curación en el Nicho de la PurificaciónFoto Roberto García Ortiz
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Periódico La Jornada
Sábado 19 de marzo de 2011, p. 9

Papantla, Ver., 18 de marzo. En el contexto de la 12 edición de la Cumbre Tajín Festival de la Identidad se realiza el encuentro de medicina tradicional, en el que participan alrededor de 200 médicos, 80 totonacas y el resto provenientes de otras tradiciones indígenas, como huicholes, mayas, incas, teneks y seris.

En entrevista, Cucatemai, médico de la cultura wirrárica, mejor conocida como huichol, dice: El hicuri, cacto sagrado del pueblo wirrárica, es el señor de todo el universo y sana cualquier mal.

La reunión de medicina tradicional se efectúa con la intención de unir a los médicos totonacas con los de otras tradiciones y con practicantes de terapias alternativas como el temazcal, masajistas y sobadores, para que, además de juntarlos en un solo lugar, compartan también sus conocimientos, comenta Alán Luna, encargado del Nicho de la Purificación, lugar que alberga el encuentro.

Agrega que la cita “es muy interesante, porque los chamanes y médicos tradicionales vienen a dar su servicio, pero también a que se los den; es una interacción entre ellos mismos y el público. Llega un momento en que un médico huichol limpia a uno totonaca y platican de sus procesos de curación”.

La idea –continúa Luna– es que se haga un sistema de especialidades entre los médicos tradicionales y curanderos de las distintas etnias.

Lauro, chamán inca, viene del sur de Perú y comenta: La medicina tradicional del lugar de donde vengo es necesaria e importante, porque sin ésta la gente no podría estar en armonía con el medio ambiente y la ecología; porque si un pueblo sufre algún tipo de padecimiento puede provocar una enfermedad al viento, a la lluvia o a la naturaleza misma, por eso es necesaria esta medicina. Por otro lado, la medicina, el chamanismo y lo tradicional nunca va a comprenderse cuando no se entienda el medio ambiente en el que se vive; es una medicina para los pescadores, cazadores, recolectores, agricultores y ganaderos.

Aunque don Lauro considera: Por eso en las grandes ciudades pueden curar sus males vía la medicina chamánica; nosotros curamos por medio de la infusión enteogénica de la ayahuasca, esta planta la cocinamos durante 24 horas y con esta ingestión podemos sentir y visualizar las cosas. Esta es la base de la medicina chamánica, porque en la selva no te puedes mover sin que tengas el olfato, oído y visión bien desarrollados, la ayahuasca nos facilita aguzar nuestros sentidos.

Lauro ilustró: En una ceremonia de sanación nosotros cantamos, preparamos la ayahuasca para entrar en la memoria del enfermo y curar la ansiedad, la depresión y demás enfermedades modernas; lo que en una terapia sicológica tardaría unos 10 años, nosotros lo hacemos en unas cuantas sesiones.

De su experiencia en el encuentro, dice: Es importante, en primer lugar, porque tenemos la oportunidad de convivir en un mismo espacio, juntarnos distintos sistemas de médicos tradicionales; por otro, nos falta reorientar nuestras medicinas, la de México y Perú, porque somos dos grandes civilizaciones mal entendidas por nuestras respectivas autoridades, quienes que no saben canalizar nuestra tradición chamánica y sanadora. Generalmente nuestras medicinas no existen en ningún lugar; México y Perú hemos donado diferentes recursos medicinales y alimenticios a la humanidad a lo largo de la historia. Nuestro valor es inmenso y aún así no es valorada nuestra medicina y práctica curativa.