“En mi vida de actor me he enfrentado con varios Zack, un jefe de casting intolerante y temperamental. Por eso sé cómo es mi personaje”, expresó en entrevista el actor español Paco Morales, quien forma parte del elenco del musical La línea del coro.

Esta puesta en escena concluirá su temporada el próximo primero de mayo, luego de seis meses de estar en cartelera, razón por la cual la productora, Ocesa Teatro, otorga una placa de reconocimiento.

Ahora la entregó a María Filippini y Paco Morales, la noche del pasado lunes, en el Centro Teatral Telmex.

Noche de aplausos y de emociones, de nostalgia adelantada.

Historia que rescató el género

La historia de este musical de Broadway escrito en los años 60, en una época de crisis, de desempleo, en este género teatral, salvó a los musicales cuando el público ya no iba a verlos.

En México lo protagonizan María Filippini (Sheila), Estíbaliz Ruiz (Casey), Ana Cecilia Anzaldúa (Maggie), Cecilia de la Cueva (Judy), Rogelio Suárez (Paul), Mauricio Salas (Bobby), Alma Escudero (Lois) y Efraín González (Frank).

Línea del coro (A Chorus Line) se desarrolla en un solo acto dentro de un salón de teatro neoyorquino, donde se realizan las audiciones a bailarines para formar parte de un musical. Es la fórmula del teatro dentro del teatro. Es el musical número 19 producido por la División Teatro de Ocesa.

María Filippini y Paco Morales son considerados dos grandes del teatro musical.

Paco Morales llegó a México por unos días y ya lleva dos años aquí. Su primera aparición fue en Mamma mia!

Al finalizar la función del lunes, dijo a La Jornada que el sueño de muchos actores es estar en la línea del coro. En esto coincidió con Filippini. “La experiencia –precisó el español– es inolvidable.”

Para él, “todo proyecto tiene un principio y un final, y éste ya llegó a La línea del coro. Es la vida. Los artistas vivimos el comienzo y el final de las obras. Así son los espectáculos. De hecho, de eso trata este musical.

“Un casting es una competencia atroz y feroz, porque hay muchos actores y mucha competencia; gente cada vez más preparada y talentosa. Hay que pasar por un proceso realmente duro.”

Paco Morales es el encargado de un casting en esta historia. Es el juez. Para mí no hay actores pequeños o grandes, pues todo es cosa de suerte. Se acaba el trabajo y nadie sabe si habrá otro protagónico. Siempre se inicia desde cero al acabar una obra. Hay angustia y ansiedad, porque el futuro nadie lo sabe. Hay que hacer de tripas corazón. Esta historia aborda el tema de los actores, sí, pero también de todas las demás profesiones.