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Rechaza el FMI que en sus oficinas de Washington haya acoso contra personal femenino

Fuera de prisión, Strauss-Kahn enfrenta problemas para encontrar alojamiento

Fue entregado a una empresa de seguridad privada, la cual lo mantendrá en arresto domiciliario

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Residentes del llamado bajo Manhattan, Nueva York, se manifestaron ayer en contra de que el ex director del Fondo Monetario Internacional fuera a vivir en la zonaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 21 de mayo de 2011, p. 27

Nueva York, 20 de mayo. Dominique Strauss-Kahn, ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue liberado hoy de su celda y puesto bajo arresto domiciliario (pero no en el departamento de lujo al que pensaba cambiarse), mientras la institución se defendía de quejas por un clima de hostigamiento contra su personal femenino en medio de una intensa negociación para nombrar a un sucesor.

Casi una semana después de estar encarcelado, las autoridades penales informaron a los medios de comunicación que Strauss-Kahn fue entregado esta tarde en custodia a una empresa de seguridad privada, Stroz Friedberg, encargada de establecer y vigilar las condiciones del arresto domiciliario, bajo el acuerdo alcanzado con un juez el jueves pasado. Sin embargo, no fue llevado adonde esperaba. Después de que la esposa de Strauss-Kahn rentó dos departamentos en un edificio de lujo en Manhattan, los residentes protestaron y la administración del edificio negó el ingreso del nuevo inquilino, obligando a una intensa labor para buscar un albergue alternativo.

La sucesión

Mientras el ex director resolvía sus problemas de vivienda, gobiernos europeos aceleraron las negociaciones para nombrar a un europeo como sucesor de Strauss-Kahn. Todo indica que tendrán éxito, ante la falta de unidad entre poderes de otras regiones para postular a un no europeo por vez primera en la historia de la organización. Strauss-Kahn renunció a su puesto el miércoles para proteger a esta institución y dedicarse a comprobar mi inocencia, según su carta de dimisión.

Por el momento todo apunta al nombramiento de lo que sería la primera mujer al frente del FMI: la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde. Uno tras otro, los gobiernos europeos, junto con el respaldo implícito de Washington, se han pronunciado en favor de ella, a pesar de los llamados de otros países, como Sudáfrica, Rusia, Filipinas y Brasil, para promover a alguien de un poder emergente. De hecho, hasta el director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría, se pronunció en favor de abrir el proceso para considerar a candidatos no europeos.

Sin embargo, Lagarde también enfrenta un problema legal que podría descarrilar su ascenso al frente del FMI. Un tribunal en Francia tiene hasta el 10 de junio para determinar si investigará un posible abuso de poder de la ministra de Finanzas cometido en 2007, cuando resolvió una disputa empresarial a cambio del endoso del presidente Nicolas Sarkozy por el beneficiado.

Y mientras el FMI anuncia nuevos apoyos para resolver la crisis de deuda de Portugal y continúa negociando sobre crisis relacionadas en Grecia e Irlanda, se vio obligado a defenderse ante acusaciones de que permea un clima de hostigamiento contra su personal femenino en la sede de la organización en Washington. El New York Times tituló así una nota en su primera plana de hoy: En el FMI, hombres al acecho y mujeres en alerta. La nota reporta que la cultura institucional del fondo deja a sus empleadas vulnerables al hostigamiento y ofrece ejemplos de varias quejas. Agrega que algunas hacen todo lo posible por no atraer atención no deseada de los hombres que trabajan con ellas, sobre todos de los que tienen mayor poder.

El FMI rechazó esta caracterización. El vocero de la institución, William Murray, declaró que lo escrito en el reportaje del Times “no es el fondo que conocemos y en el cual trabajamos… Este reportaje crea una impresión de hostigamiento y falta de respeto institucionalizado. Este no es el caso. El hostigamiento no es tolerado en la institución”.

Ni en su casa lo quieren

En Nueva York, Strauss-Kahn esperaba salir de su celda y gozar de un espacio privado con su esposa, seis días después de su arresto, el 14 de mayo, acusado de intentar violar a una recamarera en un hotel de lujo cerca de Times Square. Ayer obtuvo su libertad bajo fianza, de un millón de dólares en efectivo, con varias condiciones más, incluyendo un seguro de fianza adicional de 5 millones, usar una pulsera electrónica en su tobillo para monitorear sus movimientos, arresto domiciliario supervisado y pago de un servicio de seguridad privado que sirva como su carcelero y determine quién lo puede visitar, cuándo puede salir para actividades autorizadas y un guardia de 24 horas.

Pero todo se quedó en el aire cuando la administración del edificio, el Bristol Plaza, informó que siempre no aceptaría a Strauss-Kahn como inquilino, ya que varios residentes no deseaban tener a una figura de tan alto perfil ahí con toda la atención de los medios que ello implicaba.

Ante ello hubo una maniobra para buscar una solución rápida y finalmente fue llevado a una residencia para ejecutivos usada por Stroz Friedberg, la empresa de seguridad privada encargada de monitorear sus movimientos a costo personal, o sea, se establece lo que en esencia es una celda privada de lujo.

Mientras tanto, empezaron a circular más versiones sobre su conducta con mujeres. Citando fuentes con conocimiento del caso que está montando la fiscalía, el Daily Beast reporta que el viernes pasado, al llegar al hotel de lujo donde está acusado de intentar violar a una recamarera ese sábado, Strauss-Kahn llamó a la recepción de su suite e invitó a la recepcionista a acompañarlo con un trago –la mujer dijo que no.

En lo que suele suceder en estos casos de alto perfil, brotan algunos más sensacionales. Por ejemplo, el Daily Mail, de Inglaterra, reporta que la ex famosa dueña de un servicio de escort de lujo, Kristin Davis (conocida como La Madam de Manhattan), afirmó que Strauss-Kahn contrató a dos de sus empleadas en 2006 en Nueva York y que ambas se quejaron del trato del cliente. Una afirmó que se comportó como animal. Davis dijo que a mil dólares o más por hora que se cobraba, lo que se esperaba es que los clientes se portaran como caballeros y que divulgaba esto ahora porque me he pasado tres años protegiendo a los hombres en mi lista de clientes. Sin embargo, ya no protegeré a aquellos que abusan de mujeres.

Por el momento Strauss-Kahn podrá escaparse de esa imagen de reo esposado y no rasurado que dio la vuelta al mundo y tratar de recuperar en lo posible su perfil de economista, abogado, diplomático de renombre mundial y que estaba a punto de ser el próximo presidente de Francia. Tendrá que esperar su próxima cita ante un tribunal, el 6 de junio, y trabajar con su equipo de abogados para defenderse de los siete cargos por delitos sexuales, con los más severos implicando condenas de 25 años de cárcel.