Sociedad y Justicia
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El PESA no es asistencialista, sino productivo, y atiende pobreza más severa: Nuria Urquía

La experiencia del programa de seguridad alimentaria es un modelo exportable: FAO
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de julio de 2011, p. 42

Por los beneficios a casi 400 mil familias de 692 municipios de 16 estados, el programa especial de seguridad alimentaria es un modelo perfectamente exportable, dijo Nuria Urquía Fernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en México.

El programa especial de seguridad alimentaria (PESA), que desde hace cuatro años lleva a cabo conjuntamente con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), es una señal muy clara de que hemos elegido el proyecto adecuado para el desarrollo de las zonas marginadas del país, cuya experiencia puede ser compartida con otros países.

Este año Sagarpa destinó 2 mil 500 millones de pesos para beneficio de 900 mil personas en mil municipios. Para la FAO es el programa estrella en México, por su impacto, grado de éxito, ejecución y acompañamiento de las autoridades”, expuso.

Comentó que el proyecto piloto que empezó en 2003 se convirtió en un programa exitoso, pues atiende de manera efectiva la pobreza más severa al mejorar la disponibilidad y el acceso físico a los alimentos mediante proyectos productivos sustentables. Los estados que no intervienen en el programa lo están solicitando, esto es un indicativo muy claro del interés que tienen los gobiernos locales para participar en un proyecto como el PESA.

En un comunicado expuso que para la FAO ha sido de gran satisfacción comprobar cómo se puede trabajar en México con las instituciones gubernamentales federales y estatales en proyectos en los que, logrado el efecto positivo, el programa crece. Es un orgullo del que nosotros decimos que nos gustaría sacar de México porque es necesario que otros países vean lo que está pasando aquí.

Puntualizó que el PESA no es asistencialista, sino de carácter productivo, requiere trabajo y compromiso de las autoridades y beneficiarios, ya que los usuarios se capacitan en tecnologías de bajo costo y fácil adaptación como en la instalación y operación de invernaderos de producción y granjas avícolas, entre otros.

Es un programa que para las familias ha representado un cambio de forma de vida. Han salido del círculo de pobreza, están muy comprometidas con su trabajo y a sus integrantes se les ha dado una razón para no migrar y desarrollarse dentro de sus comunidades.

En 1994, la FAO dio inicio al PESA, adoptado en México en 2003; cuatro años después, la Cámara de Diputados destinó más de 500 millones de pesos para su ejecución en el país. Por medio de este programa se busca un hogar saludable para los beneficiarios; posteriormente, se trabaja en la producción y mejora de alimentos; en la tercera etapa se busca que las familias obtengan una producción excedentaria de alimentos y generación de ingresos, por lo que ya se puede considerar un proyecto productivo.