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Vox libris
Un nigromante, un sinsajo y un nocturno maldito
 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de septiembre de 2011, p. a16

Una de las cosas más desesperantes es aguardar la publicación de aquellos libros separados en trilogías, tetralogías o pentalogías (la palabra no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, por cierto). Y de repente se encuentra en las librerías la segunda parte, la tercera parte y así sucesivamente hasta llegar al final. Y entonces llegan los sentimientos encontrados: esperamos que se publiquen los volúmenes, pero cuando llega el final no deja de ser un poco triste.

Llega a su final la trilogía Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, y continúa la de Los secretos del inmortal Nicholas Flamel, de Michael Scott. Literatura para jóvenes.

Suzanne Collins logró convertir a Katniss Everdeen en un fenómeno de ventas en todo el mundo, no al nivel de Harry Potter y su autora J.K. Rowling, pero sí lo suficiente como para que los estudios de cine se interesaran en la historia de rebelión protagonizada por esta adolescente en contra de El Capitolio y el presidente Snow, quien continuó la tradición de los juegos del hambre para mantener el control sobre los diferentes distritos que conformaban ese lugar ficticio.

Pan, circo y muerte es lo que acompaña a Katniss y a sus amigos Gale y Peeta a lo largo de tres libros, editados por Océano Travesía. Y es en este final donde la protagonista se convierte en el símbolo de la rebelión, el Sinsajo, aunque a su pesar y con muchas dudas.

También pareciera que sólo es un títere en manos de los dirigentes del distrito 13, que le han dado albergue a los sobrevivientes del distrito 12, el minero, donde Katniss nació y vivió hasta que se ofreció a ocupar el papel de su hermana menor, Prim, en los juegos del hambre.

Antes de ver el final de Snow, Katniss deberá enfrentar muchas decisiones donde el bien y el mal no siempre están del lado que ella cree.

Tras el secreto de la inmortalidad

También llega el nuevo título de la serie Los secretos del inmortal Nicholas Flamel. Los primeros libros fueron El alquimista, El mago y La Hechicera. El cuarto es El Nigromante y ya en inglés se publicó The Warlock y sigue The Enchantress. En castellano la serie es publicada por la editorial Roca.

Su autor, Michael Scott es un especialista en personajes de mitología, historia y folclor, y por eso en El nigromante echa mano de Quetzalcóatl, la Coatlicue y Xibalbá para continuar con las aventuras de Josh y su hermana Sophie, quienes todavía no despiertan todos sus poderes áuricos: el primero de color plata y la segunda de color dorado, y aún no se ha definido si son los gemelos de la profecía que mantendrán a raya a los inmortales que quieren salir de sus universos de sombras para dominar al mundo.

Maquiavelo y el doctor Dee mantienen su deseo de destruir a los gemelos y con ellos a Nicholas Flamel y su esposa Perenelle, y hacerse con las páginas faltantes del libro de Abraham, que tiene el secreto de la inmortalidad y que se encuentran en poder de Josh.

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Cada vez más los gemelos dudan del matrimonio Flamel y deben tomar sus propias decisiones.

Búsqueda en México y Budapest

Y por último uno de los favoritos dentro de la literatura juvenil escrita por mexicanos: Antonio Malpica publica Nocturno Belfegor, también por la editorial Océano Travesía. Este es el segundo libro con Sergio, Brianda y Jop como protagonistas y pertenece a la saga El libro de los héroes.

El primer libro fue Siete esqueletos decapitados, en el que cada vez que se lee la frase ¿Cuánto miedo puedes soportar se pone la carne de gallina. La frase se repite con el mismo efecto en Nocturno Belfegor, que es la partitura de una pieza musical escrita por Franz Liszt para el demonio Belfegor y que al ser recuperado en este siglo provoca una serie de muertes.

Sergio, el comandante Guillén, Brianda y Jop, no sólo buscan al responsable de las muertes en México, sino también en Budapest, donde para ellos todo es más lúgubre que festivo aun cuando se encuentren en plenas fiestas de fin de año.

Recientemente Antonio Malpica recibió el Primer Premio Norma de Literatura Infantil por su libro Margot: la pequeña historia de una casa en Alfa Centauri. Otros galardones en su haber son los premios nacionales Manuel Herrera de Dramaturgia, de Obra de Teatro para Niños y de Novela una Vuelta de Tuerca, así como el de Novela Breve Rosario Castellanos.

Malpica es uno de esos autores que cree en la novela juvenil e infantil y crece con sus lectores, les da materia prima proveniente de su entorno para contar historias interesantes, terroríficas, encantadoras. De ésas que deleitan y que no por ser adultos hay que dejar de leer. Al contrario, leerlas ayuda a entender a los hijos, sobrinas, nietos, y parentela en general que todavía no llegue a los 20 años.

Escribir para jóvenes es un reto, pues entre tanto distractor, los libros hoy en día deben ser más eficaces. Hay cierta preocupación por escribir libros que los niños adopten con cariño y que no boten a la segunda página, dijo Malpica cuando se dio a conocer como ganador del premio Norma.

Es un reto, añadió, que no se contrapone con otras actividades, no es que el niño que ve televisión no pueda leer o viceversa. Los autores pelean mucho por encontrar un lugar para los libros de literatura infantil y juvenil; es decir, que junto al Nintendo, el X-Box, el iPod y Facebook haya un libro. Que en un huequito esté un libro, que el chavo lo lea con gusto y que luego, o antes, revise su Facebook.

Y eso, digo yo, vale también para los adultos.

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