Eduardo Ruiz Vega, ex integrante de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), acusó a Nextel de no estar explotando los 50 megahercios (Mhz) que se adjudicó en las frecuencias de 3.4 y 3.7 gigahercios (GHz) para servicios fijos y móviles hace diez años, por lo que la Cofetel debería considerar revocar el título de concesión y dar utilidad a ese espectro.

Detalló que el valor económico de esos 50 Mhz es muy alto, si se considera que es espectro para servicios móviles, muy similar al que se concursó en la licitación 21, en la que Nextel se hizo de 30 Mhz también de cobertura nacional por apenas 180 millones 300 mil pesos. Por una cantidad similar, pero de cobertura regional, otros operadores pagaron 5 mil millones de pesos. Aunque, dijo, el daño social es mayor, ya que por esta especulación de espectro no hay prestación de servicios.

Ruiz Vega señaló que Teléfonos de México se encuentra en las misma circunstancia de subutilización de espectro, ya que entre 1998 y 1999 se adjudicó también 50 Mhz en la misma licitación de las bandas de 3.4 y 3.7 Ghz, y a más de la mitad de vida de la concesión no hay evidencia de que la empresa haya cumplido con su explotación, desarrollo de infraestructura e inversión, como establece el título de concesión.

El ahora asesor de Grupo Iusacell dijo que durante su ejercicio como miembro de la Cofetel, hasta hace dos años, el pleno no abordó el tema de la subutilización que Telmex y Nextel hacen de ese espectro, a pesar de que corresponde al órgano regulador supervisar que los concesionarios cumplan con las obligaciones que les marcan los títulos de concesión, así como los compromisos de inversión.

Señaló que además de la supervisión que ya debería haber hecho la Cofetel, cualquier otro podría denunciar la subexplotación del espectro, y seguramente habrá denuncias para que actúe la autoridad; eso es algo que se está evaluando.

Ruiz Vega insistió en que se trata de espectros muy valiosos, para el mismo uso del que se licitó en la polémica licitación 21, por lo que al no estar en operación se puede decir que estas empresas están incurriendo en especulación y tenencia indebida del espectro, lo que representa un severo daño social ante las necesidades de que la población tenga más y mejores servicios, sobre todo de banda ancha.

Los daños económicos ocasionados por estas empresas al no explotar el espectro concesionado no se puede medir de manera simple, dijo, pero se puede comparar al considerar que cada empresa tiene 50 MHz sin explotar en su poder, mientras en la licitación 21 los concursos fueron de bloques de 10 Mhz, y el mayor fue de 30 Mhz, que se adjudicó Nextel en sólo 180 millones 300 mil pesos.

Añadió que en Iusacell y Unefon no existe la especulación de espectro porque ambas empresas ofrecen servicios de tercera generación y banda ancha.