Opinión
Ver día anteriorDomingo 6 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿La Fiesta en Paz?

Un festival extraordinario

Daños colaterales a una tradición centenaria

E

n el marco de la Nueva Gran Feria Tlaxcala, en la bella capital de dicho estado, donde indefensos aficionados y público han tenido que soportar lo mismo reses impresentables que encierros disparejos de lámina, prevaleciendo la mansedumbre, tuve oportunidad de asistir a un festival taurino en el lienzo charro del recinto ferial, precisamente a la misma hora en que en la plaza Jorge El Ranchero Aguilar se celebraba la tercera corrida, con Tiovivo 2, conocido también como Diego Ventura, Uriel Moreno El Zapata y Mario Aguilar, con un terciado encierro de Rancho Seco.

No hace mucho saludé a Mariano González Zarur, por fin flamante gobernador del estado de Tlaxcala luego de sortear no pocas zancadillas políticas que tuvieron nefastas consecuencias para la entidad, en ese manoseo de la democracia que tan caro paga la población, y le solté a bocajarro: ¿Te espantaron con el petate de Televisa? No, cómo crees. ¿Entonces porqué la feria taurina se le dio a Rafael Herrerías? Pues porque puede traer a las figuras que van a la México. El problema –le dije– es que las figuras no gastan un peso en publicidad y casi nadie las conoce en Tlaxcala. En vez de gastar en toreros importados podría invertirse en publicidad imaginativa de ganado con trapío y en diestros locales con cualidades, todo a precios accesibles y a cargo de una empresa de tlaxcaltecas comprometida ante sus paisanos. El hombre se despidió sonriente y siguió su camino.

Hay figuritas importadas que me sacan de la plaza y hay toreros que me sacan de la casa para emocionarme con su aroma, su buen quehacer y su compromiso con la interioridad, no con la popularidad. Así que enfilé al lienzo charro, lleno en su totalidad, para ver a los diestros Raúl Ponce de León, conocido también como Ponce el bueno; Manuel Juárez El Poeta, Saúl Acevedo El Huesos y las prometedoras toreras Melina Parra y Karla de los Ángeles, ante novillos de Vicencio, propiedad de Julio García Mena.

Ponce de León, que hizo emotivo brindis a su pareja de hazañas novilleriles Miguel Villanueva, con el que casi llenaron la Plaza México y fueron sacados en hombros aunque no cortaran oreja, realizó otra faena de las suyas, con sentimiento, hondura y… una aparatosa voltereta. Cortó merecida oreja. El Poeta, con cualidades tan grandes como su paciencia en este sistema taurino sin método, se encontró con Huamantleco, un excepcional novillo por su nobleza, transmisión y recorrido, con el que bordó una faena llena de inspirada largueza. Dio la vuelta con su criador y el público exigió la vuelta a los despojos del magnífico ejemplar. ¡Vaya poema tauromáquico!

Saúl Acevedo Meyer, novillero en sus mocedades y con la afición intacta, ante uno sosillo pero con clase realizó una faena variada, serena e inspirada, tanto con capote como con muleta, coronada con tres cuartos en lo alto. Karla de los Ángeles pechó con el manso del encierro y sólo tuvo detalles de calidad. Y Melina Parra, joven novillera con actitud y raza, consiguió un intenso trasteo por ambos lados. Emocionados, no divertidos, los feriantes salieron con una idea: regresar el próximo año, mientras los ases importados siguen tentando de luces.

Daños colaterales a la fiesta brava de México, fue el título de la charla que ofrecimos el día anterior en el Centro de Convenciones del recinto ferial, a invitación del Instituto Tlaxcalteca de Cultura Taurina y teniendo como marco 12 originales cuadros del artista de Apizaco Sergio Bretón, en tanto las empresas del país recurren a anquilosada imprenta que sabotea programas y boletos al reproducir infames motivos del modesto pintor español López Canito. Ah que los complejos.

Disminución de trapío y de bravura en los toros, falta de respeto a la dignidad humana de los toreros, alarmante ausencia de público en los cosos por la creciente desproporción entre lo que paga y lo que recibe, ausencia de publicaciones taurinas de información, análisis y capacitación, lo que deja al público a merced de informadores afines a las empresas; desposicionamiento del tema taurino en los medios por su falta de interés noticioso, pasmada actitud de los gremios taurinos, de espaldas a la sociedad, y un desatinado deslindamiento de las autoridades con relación a la fiesta de los toros, son algunos de los daños colaterales que adinerados promotores causan a la tradición taurina de México.