Observar el desarrollo de la mirada femenina de manera conjunta es una de las propuestas de Mujeres detrás de la lente: 100 años de creación fotográfica en México, 1910-2010, exposición de 211 obras de 69 fotógrafas, cuya exhibición en el Centro Cultural Tijuana, su primera sede, concluye el 8 de enero de 2012.

De acuerdo con Emma Cecilia García Krinsky, curadora de la muestra coordinada por María Elena Blanco, su intención no fue decir esto es lo que hacen las mujeres como género. Sin embargo, “sí hay fotógrafas, sobre todo en obras recientes, que hacen uso del cuerpo por ser de mujer –el trabajo de Ana Casas sobre la maternidad, por ejemplo–, u otras para quienes es importante por tratarse de un asunto de identidad, de memoria, de cosas que, desde luego, el hombre no podría hacer”.

El guión museográfico, que no es cronológico, confronta a las mujeres para que la obra dialogue entre sí. Mientras unas hacen reportaje otras hacen fotografía construida. Más bien me interesaban los temas y los géneros. En el capítulo del retrato se pueden ver efigies de distintas épocas y cómo las hace cada fotógrafa.

Aunque la exposición abarca una centuria de capturar la imagen, García Krinsky reconoce el auge a partir de 1950. La historiadora del arte, especializada en fotografía, dice que es un proyecto largamente acariciado por ella. No obstante que las mujeres han trabajado la fotografía desde el siglo XIX, ya para 1910 había varios estudios fotográficos fundados por ellas –como el de la exitosa Natalia Baquedano– y no sólo en la ciudad de México. Se muestran fotos de la primera mujer que registró el movimiento revolucionario, la guerrerense Sara Castrejón Reza.

De los años 20 a García Krinsky le interesa la fotografía desde el punto de vista autoral. El periodo posrevolucionario, que se caracterizó por buscar una identidad nacional, a la vez rico en propuestas de vanguardia, está representado con obras de Tina Modotti, Aurora Eugenia Latapí y Lola Álvarez Bravo. A partir de los años 30 y 40 ya se ven perspectivas mucho más amplias, apunta la curadora.

La Segunda Guerra Mundial condujo al exilio de artistas –como la húngara Kati Horna, llegada aquí en 1939– quienes encontraron en México tierra fértil para desarrollar su trabajo. Mientras algunas persiguen el registro antropológico, otras el vínculo con las tradiciones populares y festivas. Se puede mencionar a Ruth Lechuga, Gertrude Duby, Mariana Yampolsky, Berenice Kolko y Úrsula Bernath.

No obstante, era un campo dominado por hombres, en especial la fotografía de prensa. Sí están los reportajes hechos por Horna y Bernath, pero eran por encargo de revistas. Pero salieron a la calle, como hacían los señores, hasta los años 70, con este auge de la fotografía, que cambió también la postura de los periódicos, los que empezaron a contratar mujeres. Allí es donde ellas rompieron un esquema fuerte.

En mayo se inauguró en el Museo de Arte Moderno (MAM) la exposición Otras miradas: fotógrafas en México, 1872-1960, curada por José Antonio Rodríguez, que, si bien comparte el tema con Mujeres detrás de la lente..., abarca un periodo diferente, además de que el enfoque, la curaduría e investigación son totalmente distintas, afirma García Krinsky, quien presentó su proyecto al MAM a finales de 2008 o principios de 2009, o sea, se trabajó incluso antes que el otro proyecto.

La siguiente sede confirmada de Mujeres detrás de la lente... es el Museo Arocena, en Torreón, Coahuila, para septiembre. La curadora espera que en 2013 llegue a la ciudad de México.