Opinión
Ver día anteriorSábado 18 de febrero de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Revolución dedeistha
P

rimer movimiento literario y artístico del siglo XXI con cuna en Francia, destinado a la navegación submarina de mares, albercas, tinas y otros fondos abismales sin fronteras, donde el azar pise tierra o emane de ella, es el Dédéisthme. : dado. ¿Cabe recordar que el de dados es un juego de azar? La duplicación de la palabra en dédé evoca acaso un azar doble. El poema más célebre de Mallarmé se titula: Un coup de dés jamais n’abolira le hasard, pero si los fundadores del dédéisthme evocan deliberadamente a Mallarmé, su iniciativa abre otras puertas y ahonda nuevas perspectivas. Se busca, precisamente, lo ignoto. Si se sabe lo buscado, ¿para qué buscar?

Nicolas Topor y Christian Bramsen se hallan en el origen de esta corriente. Nicolas es pintor, escritor, compositor. Christian dirige ahora el ya legendario taller de litografía Clot et Bramsen, donde innumerables artistas venidos del mundo entero, muchos de ellos de México, han formado la tripulación de esta nave para nada fantasma.

Corriente de arte reconocida de utilidad mental, señala Nicolas Topor, quien propone un déconstructivisme défragmentaire, jugando siempre con la palabra situada al principio de estos dos términos que no podríamos traducir más que con los neologismos dadoconstructivismo dadofragmentario. “Corriente saludable de nuestra modernidad ya vacilante, para liberar nuestro disco interno de datos establecidos que oscurecen nuestra déraison, durante una navegación ficticia”.

¿Por qué ese final en isthme? Los ismos son insoportables al oído de Nicolas. Las palabras que terminan en ismo le suenan a escuela, a dictadura, a manifiesto. La terminación en isthmo, en cambio, le evoca esa franja estrecha de tierra a punto de desvanecerse entre dos mares, pero que sobrevive al naufragio. Nicolas rehúye la idea de un manifiesto: No a Tzara, a Breton, a Debord, al dadaísmo, al surrealismo, al situacionismo. Fuera dogmas y pontificados.

Christian y Nicolas se arrebatan y entregan la palabra mientras hablan del dédéisthme. Y de sus tropiezos con él. Pero, ¿de dónde emana esta idea? Tal vez de su infancia: se frecuentaron desde niños. Sus padres, Roland y Peter, eran amigos. Ambos, impregnados por una educación conservadora de la que no lograban escapar, soñaron para sus hijos, Nicolas y Christian, con el anticonformismo. Pero, ¡oh!, contrarreación de esos hijos: el sueño de una familia normal. Encuentro con el azar en el absurdo. Especie de tartamudeo metafísico en su caza de palabras que contengan esa repetición de , dédé. Pero, si una tirada de dados no abolirá nunca el azar, medita Muppin, un pastelillo de chocolate, dos tiradas de dados, quizás..., en un poema de Nicolas, quien admira en Mallarmé su mención de sombreros de copa. Nicolas pinta sombreros, de Mallarmé, Chaplin, el Gordo y el Flaco. Sombreros de mago.

Ante las cosas demasiado estructuradas, lo absurdo y el no sentido desaparecen. De ahí la necesidad de recuperar la cultura del absurdo y el azar. Azar, del árabe al-zahr, dados antes de volverse suerte y, según, Averroes, ciencia de la suerte.

Christian señala que, si aún no hay nada escrito en el sentido propio del dédéisthmo, existen textos dédéisthas. Tal libro de cocina de Alejandro Dumas, cuyas recetas son imprecisas como es conveniente indicar para una comida dédéistha, al contrario de los recetarios que indican cada gramo. Dumas se limita a indicar una docena de grandes patos o dos o tres jabalíes.

Encuentros dédéisthas en los SMS y sus absurdos azarosos. Abajo Facebook y su narcisismo sin fantasía. Se trata de crear un personaje-objeto para ponerse en contacto con dédéisthas, ellos mismos objetos voluntarios. Yo soy un vaso, tú el vino, él la mesa.

El pasado 5 de febrero, un periódico francés publicó: El 5 de febrero de 1916, él se disfrazó en falo para asistir a la primera velada dadaísta en Zurich. El azar inventa los aniversarios a su antojo.