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Juan Manuel de la Rosa participa con muestra en festival de Zacatecas

Los artesanos no tienen ganancias, porque la plata se vende en bruto
Enviado
Periódico La Jornada
Lunes 9 de abril de 2012, p. a14

Zacatecas, Zac., 8 de abril. En el programa del 26 Festival Cultural que se desarrolla en esta ciudad se instalaron 70 exposiciones con los temas y estilos más diversos, entre las cuales destaca Distancia y sequía, que trata sobre el éxodo de los zacatecanos, por diversos motivos, y en este 2012 por la sequía más brutal en 75 años, expresó en entrevista el pintor Juan Manuel de la Rosa.

Oriundo de Sierra Hermosa, municipio de Villa de Cos, De la Rosa se ha caracterizado por llevar los colores del desierto a su paleta y de ahí al lienzo. Ahora no es la excepción. “La sequía es un tema muy difícil porque en mi caso no es un acto de denuncia, sino de cómo enfrentarlo plásticamente por medio de las imágenes, conceptos, ideas, formas y colores.

“Son 60 obras, algunas esculturas, fusión en bronce, tallas en piedra, trabajo en plata… algo muy triste es que los orfebres zacatecanos no han dado un valor agregado a la plata y las compañías que se dedican a explotar el metal financian proyectos y se llevan los beneficios. Los artesanos deberían recibir ganancias, pero no es así, porque la plata se vende en bruto o en granalla.”

Desolación

–¿Cómo ha cambiado el paisaje por la sequía?

–Es muy difícil captar todo esto en su esencia y es muy fácil repetir lo visible, pero cómo repetir lo que no se ve, lo que flota en el aire, que es la desolación, y cómo expresarlo. Los colores de la sequía ya no son los verdes, ni siquiera la tierra colorada alrededor de la cual hay mucha retórica y es un tema manido, con frases gastadas. Ahora tenemos en el paisaje el color de la tristeza, con una tierra parda, gris, que sólo remite a la melancolía.

De la Rosa ha llevado exposiciones de arte abstracto a su comunidad natal. Los lugareños ven dicho arte en la casa de la cultura, que no es otra cosa que un galerón, pero en su afán de que la gente se acerque a la pintura cuelga las obras en la tienda de la zona, donde es imposible no consumir los colores.

“El desierto es un tema recurrente en mi trabajo. Lo señaló Borges: ‘en el desierto algo sucede… y lo sabe la aurora’. Esto es un haikú excelente. Aprendió japonés a los 80 años. El lo definió a su manera y algo pasa ya a los habitantes de estas inmensidades. Lo saben y se adentran para saber reflexionar.

“En Zacatecas tenemos instalada una sala que se llama El desierto como espacio de reflexión, a la cual invité a tres artistas campesinos; uno de ellos es pastor, otro es agricultor. Tienen mucho que decir por medio de su inconsciente, en su memoria histórica, por sus caminatas en las rutas del desierto. Son profundos.

Ahora la pueden visitar en la Ciudadela del Arte, donde hallarán naif, artistas marginales. Se encuentran obras de artistas que no tuvieron una educación formal, académica, con un lenguaje analfabeto, con una serie de símbolos y formas que han sido trabajadas durante años, o que quizá vienen de alfabetos perdidos o relacionados con mitos del desierto.

La muestra seguirá abierta de mes a mes y medio en la Galería Arroyo de la Plata, más allá del festival, que concluirá el 14 de abril.