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Anuncia el ultraconservador la suspensión de su campaña; imposible alcanzar a Romney

Rick Santorum se rinde ante la presión de la cúpula republicana

En su discurso no hace referencia al ex gobernador de Massachusetts ni le endosa su apoyo

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En Pensilvania, rodeado de su esposa e hijos, Rick Santorum dio por terminada ayer su participación en la contienda interna republicana para buscar la candidatura presidencial. A la derecha, Mitt Romney, quien se perfila para contender contra el demócrata Barack Obama en noviembre, en un acto proselitista en Wilmington, DelawareFoto Ap y Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de abril de 2012, p. 20

Nueva York, 10 de abril. El precandidato presidencial Rick Santorum anunció hoy la suspensión de su campaña que en los hechos fue un reconocimiento que no podía alcanzar a su contrincante Mitt Romney y con ello, efectivamente, concluye la competencia para coronarse como el candidato presidencial del Partido Republicano.

Así, Romney, a menos de que ocurra algo totalmente imprevisto de aquí a la Convención Republicana a finales del verano, será el candidato que enfrentará al demócrata Barack Obama en las elecciones generales de noviembre.

Y con ello, los dos candidatos y sus partidos, así como el resto de los jugadores en el tablero electoral (empresarios, asociaciones civiles, religiosos, sindicatos y los comités de acción política) ahora pueden enfocarse en lo esencial del proceso democrático electoral: invertir cientos de millones de dólares en publicidad política, buscar mecanismos para manipular el voto, y emplear, con todo el mejor talento, las antiguas artes de relaciones públicas y propaganda, todo lo cual culminará con –según proyecciones y pronósticos– con lo que puede ser el proceso electoral más caro de la historia y con casi la mitad del electorado optando por la abstención.

Santorum, el abanderado del sector más conservador de su partido y quien sorprendió a sus contrincantes mucho mejor financiados con una serie de triunfos en diversos estados en los últimos meses, finalmente se rindió ante la realidad de que Romney tenía una ventaja casi insuperable, y ante las presiones de la cúpula del partido para que cediera el paso al favorito y mejorar así las posibilidades de triunfo ante Obama. De hecho, hoy algunas figuras claves dentro del movimiento ultraconservador que habían apoyado a Santorum admitieron que era hora de que se reconociera que Romney sería el candidato del partido.

Esta tarde, Santorum se comunicó con Romney, a quien había acusado de ser débil y poco confiable ante Obama, para darle a conocer su decisión y después la hizo pública. Sin embargo, también le informó que aún no estaba dispuesto a endosar a su contrincante, pero que estaba comprometido en lograr el objetivo común de derrotar al presidente Obama, reportó el New York Times.

Tomamos una decisión el fin de semana, de que aun si esta contienda presidencial se acabó para nosotros, para mí, y suspenderemos nuestra campaña hoy, no hemos dejado de luchar, afirmó. No preciso la razón por la cual tomó la decisión, y se especulaba a lo largo del fin de semana que podría ser porque su hija de tres años había sido hospitalizada con una condición pulmonar, pero él informó que la niña ya estaba superando eso y estaba de vuelta en casa.

En su breve discurso, conteniendo lágrimas, no hizo ninguna referencia a Romney y sólo reiteró que continuará con el esfuerzo para elegir a un presidente republicano y para imponer la mayoría de su partido en el Congreso.

Romney emitió un comunicado poco después del anuncio en el cual elogió a Santorum y lo consideró un buen competidor. Lo felicito por la campaña que encabezó. Indicó que Santorum es una voz importante en nuestro partido y en la nación. Ambos reconocemos que lo más importante es dejar atrás los fracasos de los últimos tres años y encarrilar a Estados Unidos en la vía hacia la prosperidad.

Aunque permanecen en campaña otros dos contrincantes republicanos, ninguno es amenaza a la coronación de Romney como candidato presidencial de su partido. De hecho, uno de ellos, Newt Gingrich, quien intentaba disputar el voto ultraconservador con Santorum, reconoció por primera vez este fin de semana que en toda probabilidad Romney será el candidato, y que él se mantenía en la campaña interna sólo para influir sobre la plataforma política del partido.

Pero a la vez, tras el anuncio de Santorum, Gingrich emitió hoy una declaración solicitando que las bases de apoyo del ahora ex precandidato trasladen sus simpatías, y sus dólares, a él, para que sea la voz de los conservadores en la Convención Nacional republicana.

Ron Paul, el otro precandidato, sigue con su campaña que, en gran medida, ha permanecido de manera marginal a estas alturas.

Mientras tanto, ya se contempla qué papel desempeñará Santorum en la campaña de Romney, incluso si ganara, si ocuparía un lugar en su gabinete.

Santorum, católico fundamentalista ligado al Opus Dei y a los Legionarios de Cristo, fue efectivo al presentarse como un populista de derecha (en contraste con el multimillonario Romney), promoviendo propuestas económicas conservadoras junto con las posiciones sociales tan valoradas por las bases fundamentalistas del partido como partes del llamado Tea Party, sobre todo su oposición al aborto y al matrimonio gay, entre otras cuestiones.

Los estrategas de Romney saben que necesitarán a representantes de este sector –el cual ha expresado su desconfianza de las credenciales conservadoras de Romney– para la elección general, y por lo tanto, no se descarta que Santorum siga presente en esta contienda política al avanzar hacia los comicios de noviembre. Las divisiones dentro del partido fueron más que evidentes en este combate electoral interno y ahora para la cúpula la urgencia es la unidad para enfrentar a Obama, algo que dependerá de gente como Santorum.

A la vez, al ser obligado a cortejar a su ala derecha, Romney enfrenta grandes déficits de apoyo de varios sectores claves para la elección general, sobre todo entre mujeres y latinos, resultado de competir contra Santorum, quien era el más antiaborto y el más antimigrante. Ahora, tendrá que buscar cómo reparar ese daño al moderar su mensaje, lo cual será facilitado con la ausencia de Santorum en el cálculo electoral.

Mientras tanto, con el anuncio de hoy, Romney y Obama inician de lleno la contienda electoral presidencial a lo largo de los próximos siete meses.