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Es la primera estadía oficial de un mandatario mexicano en la isla en una década

Calderón realiza visita relámpago a Cuba; se entrevistará con Raúl Castro
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de abril de 2012, p. 15

La Habana, 10 de abril. El presidente Felipe Calderón iniciará este miércoles la primera visita oficial de un mandatario mexicano a Cuba en 10 años, para entrevistarse con su anfitrión Raúl Castro y con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega.

La visita será muy corta, de menos de 24 horas y en el programa oficial sólo aparece como actividad de fondo la ceremonia de bienvenida en el Palacio de la Revolución. El Arzobispado de La Habana confirmó a La Jornada que Ortega conversaría en sus oficinas con Calderón el jueves por la mañana.

La canciller Patricia Espinosa llegó hoy a La Habana, para ultimar los preparativos. Hace dos semanas Calderón notificó al Senado que su gobierno buscará en la isla profundizar el diálogo sobre los intercambios comerciales y de inversión y abordará asuntos políticos, migratorios, de explotación de recursos petrolíferos compartidos, comercio e inversión, derechos humanos e integración regional latinoamericana y caribeña.

Vicente Fox cumplió la anterior visita de un presidente mexicano a Cuba, en febrero de 2002. Durante su gobierno, las relaciones bilaterales entraron en crisis y al menos dos veces estuvieron al borde de la ruptura. El de Calderón también tuvo choques con La Habana, aunque ambas partes lograron evitar un deterioro mayor.

La relación bilateral en este sexenio, de alzas y bajas, se resume en una imagen simbólica: se normalizó tres veces durante tres años sucesivos, siempre al final de periodos de conflicto. La expresión podría tener un nuevo giro con esta visita presidencial, que Calderón realiza cuando faltan dos meses y medio para que se elija a su sucesor y siete meses y medio para que deje el cargo.

Pese a la brevedad, no será esta la visita más corta de un presidente mexicano a Cuba. En junio de 1994, Carlos Salinas vino por sólo nueve horas, pero el entonces mandatario Fidel Castro calificó esa estancia de magnífica.

De cualquier manera, hay paralelismos: Salinas y Calderón decidieron viajar a Cuba en el ocaso de sus mandatos, ambos rumbo a Cartagena de Indias. El primero, para asistir a la cuarta Cumbre Iberoamericana, donde Fidel Castro apareció por primera vez en guayabera. El segundo, para la Cumbre de las Américas, donde Barack Obama vestirá esa prenda típica del Caribe.

Hasta esta noche se desconocía si podrían suscribirse algunos acuerdos, pero el punto más sensible es la deuda que tiene el Banco Nacional de Cuba (BNC) con el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) de México.

Tras un litigio internacional en el que el BNC y Bancomext se trenzaron durante seis años, la deuda se renegoció en 2008. Se ubicó en 413 millones de dólares, pagaderos a 15 años, con interés de 6 por ciento, cinco años de gracia para el principal y la garantía del Banco Central.

Algunos atrasos en el pago de intereses y recargos moratorios complicaron el servicio, además de que una cláusula sobre el cálculo de réditos originó una discusión en el camino. El horizonte ahora es más difícil, porque en 2013 el BNC tendría que empezar a pagar capital. Una nueva restructuración se estaba negociando en las semanas recientes, todavía sin indicios de que se lograra un acuerdo.

Tampoco hay decisiones aún sobre la posible participación de Petróleos Mexicanos en la búsqueda de crudo en Cuba.

Los cubanos pusieron de nuevo sobre la mesa una de sus más viejas peticiones a México, la revisión de la lista de productos anexos al Acuerdo de Complementación Económica 51, una regulación de los años 80 adoptada dentro de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).

La demanda cubana es la de poner al día sus rubros exportables para que puedan acceder a un sistema de reducción o de exención de aranceles, con lo cual la isla tendrá mejores condiciones para colocar mercancías en México e intentar compensar el desnivel crónico de la balanza comercial.

Durante el litigio por la deuda, el crédito mexicano se cerró. Además, entre 2008 y 2010 Cuba congeló las cuentas bancarias locales en moneda dura de sus proveedores extranjeros, todo lo cual produjo un entorno desfavorable, que deprimió el comercio bilateral. Los dos países difieren en su registro, pero coinciden en describir una tendencia a la contracción del intercambio, seguido de un leve repunte. Según la Secretaría de Economía de México, el comercio bilateral fue de 362 millones de dólares en 2008 y se redujo a 263 millones en 2009, pero ascendió a 325 millones en 2010 y a 373 millones en 2011. La Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba reportó 383 millones de dólares en 2008, 317 millones en 2009 y 380 millones en 2010, el más reciente dato disponible.