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Enfrentará en junio al candidato presidencial islamita Mohamed Mursi en la segunda vuelta

Atacan la sede electoral de Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Hosni Mubarak

Los dos abanderados causan confusión en medios liberales y laicos, y en los jóvenes de la plaza Tahrir

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Egipcios se manifiestan en la plaza Tahrir contra los resultados de las elecciones presidencialesFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de mayo de 2012, p. 33

El Cairo, 29 de mayo. La campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Egipto se vio empañada por un ataque a la sede de la campaña del candidato Ahmed Shafiq, el último primer ministro del gobierno del depuesto Hosni Mubarak, que se enfrentará a Mohamed Mursi, apoyado por la Hermandad Musulmana.

Este ataque, que saca a flote otras tensiones, ocurrió durante la noche del pasado lunes, pocas horas después de que la Comisión Electoral confirmó que Shafiq y Mursi disputarán la segunda vuelta de los comicios presidenciales, el 16 y 17 de junio.

El actual primer ministro, Kamal Ganzuri, deberá presidir en breve una reunión con gobernadores de todo el país para discutir la forma de garantizar la seguridad en la segunda vuelta, informó hoy el diario gubernamental Al Ahram en su edición electrónica.

Las oficinas donde estaba instalado el equipo de campaña de Shafiq fueron totalmente saqueadas. Un periodista de Afp que logró ingresar al lugar este martes reportó que muebles, vidrios, puertas y computadoras yacían por el suelo convertidos en pedazos.

En varias ventanas había marcas evidentes de fuego, aunque el incendio no se generalizó.

En cambio un pequeño garaje que servía de depósito para folletos y afiches de la campaña comicial resultó completamente carbonizado, a pesar que los bomberos llegaron rápidamente al lugar al conocerse el incendio.

Los locales serán recuperados y Shafiq seguirá utilizándolos para conducir su campaña, dijo uno de los partidarios del candidato, Ahmed Abdel Ghani.

Según la policía, ocho personas fueron detenidas en las proximidades de la sede de Shafiq durante la noche del lunes.

Los aliados de Shafiq acusan del ataque a adversarios islamitas o activistas de los grupos de jóvenes que el año pasado encabezaron la revuelta popular que derribó al presidente Mubarak.

La prensa egipcia, sin embargo, cuestiona las circunstancias y motivaciones de un ataque contra un local visiblemente mal protegido a pesar de su carácter sensible.

Este incendio suscita interrogantes y muchos se preguntan si Shafiq no podría aprovecharse para aumentar su popularidad, publicó el diario independiente Al Shoruk, que habla de un ataque rodeado de misterio.

No obstante, fueron registrados choques en la noche entre partidarios de Shafiq e individuos no identificados en la plaza Tahrir, un lugar emblemático en la revuelta contra Mubarak el año pasado.

Al mismo tiempo, parte de los medios de comunicación teme que la segunda vuelta entre un islamita conservador y un ex funcionario del gobierno de Mubarak genere nuevas tensiones.

Desde el anuncio de los resultados (de la primera vuelta) ha habido manifestaciones de protesta en la plaza Tahrir contra el poder del guía (de la Hermandad Musulmana) y de las fuerzas armadas, apuntó el periódico independiente Al Masri al Yom.

Para el diario Al Shoruk, la segunda vuelta entre Mursi y Shafiq aviva el fuego de la cólera.

Esta histórica elección presidencial, la primera desde la caída de Mubarak en febrero de 2011, se había desarrollado sin mayores incidentes políticos

Los dos candidatos en disputa en la segunda vuelta provocan una enorme confusión en los medios liberales y laicos, así como en el movimiento de jóvenes contra Mubarak, que ahora deberán escoger entre un islamita o un representante del antiguo régimen.

Mursi centró su campaña en la islamización, mientras Shafiq lo hizo con la seguridad urbana. Ambos aspirantes buscan ampliar su base electoral jurando mantenerse fieles a los ideales de la revolución de 2011, y prometiendo gobernar para todos los egipcios.

Las fuerzas armadas, que dirigen el país árabe desde la caída de Mubarak, deberán entregar el poder al futuro presidente antes del último día de junio.