Londres, 28 de julio. Mil millones de personas en el mundo siguieron por televisión la ceremonia de inauguración de Londres 2012, según estimaciones que dio a conocer el gobierno británico. La apertura acaparó reflectores en los diarios del orbe y muchos consideraron que la gran protagonista fue la reina Isabel II.

En el Reino Unido, la ceremonia de los Juegos fue el mayor acontecimiento televisivo de la historia. Un total de 27 millones de personas vieron el espectáculo en el momento de mayor audiencia.

La aparición sorpresiva de la reina Isabel II encarnándose a sí misma junto a James Bond en un cortometraje convirtió a la soberana en la protagonista.

El sábado, cuando emergían los detalles del evento, declaraciones y tuits saludaban el debut cinematográfico de la mujer más fotografiada del mundo a lo largo de sus 60 años de reinado.

La monarca estaba absolutamente encantada de que le propusieran implicarse en algo excepcional, aseguró un portavoz del palacio de Buckingham.

Se rodó en una sola toma, aseguró el director de producción de ficción de la BBC, Nicholas Brown.

Isabel II aceptó a finales de 2011 el papel principal en Happy and Glorious. Las secuencias en la recepción de honor, las galerías y el salón de audiencias de su residencia oficial en Londres se filmaron en el mayor secreto en marzo y abril pasados.

Sólo el diario sensacionalista The Sun supo lo que se estaba tramando. Pero su primicia fue de lo más efímera. ¿La reina y James Bond? La información sólo podía ser una broma.

Danny Boyle acaparó titulares. La representación fue fuerte, desafiante y sobre todo gloriosa, tumultuosa y espontáneamente británica, señaló The Telegraph.

“El mayor show de la tierra”, tituló The Times, mientras Daily Telegraph afirmó que se trató de una noche de ensueño.

The Sun se deshizo en elogios hacia Boyle: Capturó el espíritu, la historia, el humor y el patriotismo de una nación expectante mientras daba forma a una ceremonia de apertura de unos Juegos como ninguna otra.

The China Daily indicó que la ceremonia fue caleidoscópica, mientras un comentarista de la BBC celebró que fuera inteligentemente diferente a la de los Juegos de Pekín 2008.

El elemento cinematográfico de la ceremonia fue distinto a todo lo conocido. Una salvaje mezcla de celebración y fantasía, describió The New York Times.

El diario alemán Die Welt resumió que la nueva chica Bond tiene 86 años.

Sin embargo, algunos comentaristas criticaron el espectáculo por su intento de ser social y políticamente inclusivo y multicultural al retratar un beso lésbico en un montaje cinematográfico.