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La Jornada Olímpica/Londres 2012

A los 15 años de edad la campeona mundial era una promesa

Espinosa, la maestra de clavados; Orozco, la niña prodigio

El retiro de Tatiana Ortiz llevó a la juvenil a hacer dupla con Paola

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Paola Espinosa y Alejandra Orozco en 2009Foto Notimex
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de agosto de 2012, p. 4

Londres, 31 de julio. De tan sólo 26 años, cumplidos este martes, Paola Espinosa es la maestra de los clavados femeniles en México y así lo mostró en Londres con la conquista de su segunda medalla olímpica, esta vez con la niña prodigio Alejandra Orozco, de apenas 15 años y un gran futuro.

La bajacaliforniana Espinosa comenzó a practicar clavados a la edad de siete años y desde 2001 compite a escala internacional.

Menuda, como la mayoría de los clavadistas, la fama de Paola es tal que ya tiene su propia figura en el Museo de Cera de la Ciudad de México, que ella misma presentó en una ceremonia el pasado 1º de junio.

Espinosa Sánchez tenía la edad de Alejandra cuando se convirtió apenas en promesa, pero desde varios peldaños abajo, en la Olimpiada Nacional de 2002, donde el oro que obtuvo en su primera competencia fue el pasaporte para integrarse a la selección nacional de clavados.

Ese mismo año llegaron los primeros triunfos al lado de Laura Sánchez, como dupla en el Grand Prix de Canamex y los Juegos Centroamericanos y del Caribe El Salvador 2002, estos últimos con victorias invididuales en los trampolines de uno y tres metros.

La primera medalla mundial, el bronce en la plataforma sincronizada junto con Sánchez en el campeonato de Barcelona 2003, dio a Paola el primer boleto olímpico rumbo a Atenas 2004, y también fue logro suficiente para que ambas competidoras fueran reconocidas con el Premio Nacional de Deportes 2003, año que terminaron con las platas en las pruebas sincronizadas en los Panamericanos de Santo Domingo.

Había terminado su ciclo con Francisco Rueda e iniciado la nueva era bajo la batuta de la china Ma Jin.

En febrero de 2004, la joven clavadista logró su segundo billete a Atenas, al terminar séptima en el trampolín de la Copa del Mundo celebrada en la misma capital griega, donde también, junto con Jashia Luna, consiguió el bronce y el pase en sincronizados de 10 metros.

Tras un rendimiento sostenido, el brillo de Paola continuó en 2007 con el tricampeonato en los Juegos Panamericanos de Río y el dominio que estableció sobre las chinas, al lado una vez más de Sánchez, en la Universiada Mundial de Bangkok 2007, donde por fin dejaron en la segunda posición a las chinas Li Ting y Hou Yuanyuan.

Tras la medalla de bronce que logró con Tatiana Ortiz, en Pekín 2008, Paola alcanzó la mejor actuación de su vida en julio de 2009, al convertirse en la campeona mundial de la prueba reina de los clavados, la plataforma de 10 metros, con una actuación que incluyó ejecuciones perfectas de 10 en el Foro Itálico de Roma.

Nunca lo había hecho en mi vida, fueron los clavados que más trabajo me han costado, comentaría al respecto.

Alejandra, nacida en Guadalajara, Jalisco, superó claramente el impacto de competir al lado de Paola, quien fue la heroína de su niñez, el referente mayor desde su integración a los clavados.

Cuando era chiquita admiraba mucho a Paola Espinosa y siempre quise ser como ella. Hoy estoy contenta de ser su pareja en sincronizados porque fue alguien que me inspiró para alcanzar mis metas, ha expresado la novel clavadista en diversas ocasiones.

Fue el retiro de Tatiana Ortiz lo que llevó a Orozco, de tan sólo 14 años, a hacer pareja con Paola.

Habían pasado cinco años desde que su madre, Alejandra Loza, la inscribió en el centro de entrenamiento jalisciense CODE, donde ambas presenciaron una práctica de clavados y la niña de nueve años se interesó.

Era muy feliz y lo que más me gustaba cuando era niña es que nada me preocupaba. Lo importante era divertirme y tener un buen día. Me encantan los giros y las alturas, por eso es que no me dieron miedo los clavados, ha relatado la quinceañera.

En poco tiempo Orozco sobresalió dentro de su grupo de entrenamiento bajo las órdenes de Iván Bautista, y los éxitos fueron llegando. Se convirtió en atleta de alto rendimiento en la Olimpiada Nacional de 2010 y un año más tarde logró la clasificación para participar en el circuito de Grand Prix, así como al Campeonato Mundial de Shangai, donde se coló hasta la semifinal, además de que alcanzó el boleto olímpico al lado de Espinosa.