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La obra Aves y cenizas, de Verónica Olmedo, realiza temporada en el teatro Jiménez Rueda

Para vergüenza de todos, documentan la tragedia de la activista Marisela Escobedo
Foto
Escena del montaje que retoma la danza ritual mapuche llamada choyque purrum, el cual concluirá temporada el 2 de diciembreFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de noviembre de 2012, p. 4

Para vergüenza de todos, es la sentencia y el grito ahogado con el que culmina el montaje de Aves y cenizas, el cual retoma la danza ritual mapuche llamada choyque purrum para documentar desde una dimensión mítica, el drama y la tragedia de la activista social Marisela Escobedo, quien por exigir justicia tras la muerte de su hija Rubí Marisol, también fue asesinada; quedando impune el caso, toda vez que el victimario confeso por el homicidio de la adolescente fue puesto en libertad.

Con producción binacional México-Chile, Aves y cenizas, escrita y dirigida por Verónica Olmedo, documenta lo ocurrido a Marisela Escobedo, como un caso representativo de miles de madres y padres de hijas e hijos desaparecidos, quienes demandan respuestas a un sistema de procuración e impartición de justicia, donde ésta se vuelve cada vez más esquiva.

Justicia denegada

Para Olmedo, se trata de un tema doloroso que debe ser expuesto, pues vivimos en el país una situación a la que no le ve final.

Es una escenificación con elementos rituales, en la que se integran distintos estilos de actuación, así como confesiones y discursos personales de los actores, que van entretejiendo dentro de un formato de juego teatral la ficción, la realidad y el proceso de creación de un personaje.

Esa conjunción revive en la memoria de los espectadores el caso y tratan de ayudar a comprender el drama de Marisela Escobedo, quien enfrentó la pérdida de su hija, al mundo y al asesino, así como a una procuración de justicia que por no haber pruebas contundentes permitió la libertad del homicida confeso.

Con la participación en vivo del ensamble El Grito sobre el escenario –un círculo de ocho metros de diámetro, repleto con ropa de mujer–, el cual simboliza lugares desérticos, del norte del país, donde se han hallado y se siguen encontrando mujeres violentadas y asesinadas, explicó la autora.

De esa jaula desértica con pajareras, se desprenden los actores, personajes y situaciones, para reconstruir sus búsquedas y ansias de justicia, su impulso de querer llegar a los jueces, a los agentes del Ministerio Público, a la verdad de las cosas y que, como muchos otros padres, no llegan a ser escuchados, comentó Olmedo.

Por eso, el personaje de Marisela Escobedo culmina en un grito ahogado: Toqué todas las puertas y nadie fue capaz de responderme. Para vergüenza de todos.

Aves y cenizas se presenta jueves y viernes, a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Julio Jiménez Rueda (avenida de la República 154, colonia Tabacalera, Metro Hidalgo), donde concluirá temporada el 2 de diciembre. Luego, en el mismo horario, tendrá cuatro funciones en el teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco, esquina Tlalpan), del 6 al 9 de diciembre.