Salvador de Bahía, 22 de junio.

Brasil derrotó 4-2 a Italia y avanzó a las semifinales de la Copa como primera de su grupo, con balance de tres victorias.

El equipo anfitrión se impuso con goles de Dante, Neymar y un doblete de Fred, y jugará el próximo miércoles en Belo Horizonte ante el segundo del grupo B, aún por definir.

Los tantos de Emanuele Giaccherini y Giorgio Chiellini no sirvieron a la azzurra, que encajó su segunda derrota en partido oficial desde la llegada en 2010 del técnico Cesare Prandelli.

La selección italiana jugará el jueves en Fortaleza ante el campeón del grupo B, que probablemente será España, a la que mañana le basta un empate ante Nigeria para terminar como líder.

Pese a que Brasil e Italia ya estaban clasificados a las semifinales y sólo quedaba por definir el primero del grupo, el partido fue tenso, de gran carga táctica y con los momentos de dureza que demuestran que el Brasil-Italia siempre será un clásico al reunir sobre un césped nueve títulos de campeón del mundo.

Mientras el técnico Luiz Felipe Scolari alineó a su oncena de gala, con excepción del lesionado Paulinho, su homólogo Prandelli cambió varios hombres por la fatiga que arrastra el equipo y que fue evidente en el duelo ante Japón el pasado miércoles.

Sin Andrea Pirlo, lesionado, ni Daniele de Rossi, sancionado, el entrenador azzurro dio el mando del equipo a Riccardo Montolivo e introdujo en busca de frescura a Leonardo Bonucci, Antonio Candreva y Alessandro Diamanti, quienes no habían disputado ni un minuto en los dos primeros duelos del torneo. El fuerte calor a primera hora de la tarde en Salvador de Bahía iba a requerir las piernas descansadas.

La canarinha, quizá arrastrada por el estruendo del himno nacional cantado a capella por los 48 mil 874 espectadores del Arena Fonte Nova, comenzó con furia: en un minuto, dos aproximaciones y dos tiros de esquina.

Italia poco a poco se fue despegando del acoso brasileño, pero le costó llegar al área de Julio César, sin trabajo en los primeros 45 minutos (ni un disparo al arco).

El timonel italiano buscaba el equilibrio perdido ante Japón y lo encontró, pero sin Pirlo ni De Rossi y ante la calidad y el ímpetu del rival les cedió la posesión de la pelota, que la dominaron 63 por ciento, dato extraño para el equipo de Prandelli.

Brasil proponía y presionaba fuerte sin evitar el juego duro para recuperar el balón cuando la perdía. Scolari asegura que su equipo debe mejorar la táctica y la defensa, pero según lo visto hoy, está en camino de conseguir un equipo solvente atrás y equilibrado en todas sus líneas.

La verdeamarela tuvo más el esférico, hizo más faltas, disparó nueve veces al arco de Gianluigi Buffon y se marchó al vestidor con ventaja merecida de 1-0.

En la segunda parte, Italia no pudo mantener la adrenalina del momento y Neymar demostró que tiene talento al marcar por falta directa el 2-1 con la colaboración de un paralizado Buffon.

Fue el tercer gol del astro en la Confederaciones y tercer bailecito para deleite de la torcida de Salvador y de Kobe Bryant, estrella de la NBA y gran invitado al partido.

Después la superioridad brasileña se confirmó con las dos anotaciones que les dieron la posición de líder indiscutible de su grupo.