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Desde otras ciudades

Hotel-Dieu: sana curiosidad médica

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Fachada de la Facultad de Medicina de ParísFoto Tomada de Internet
L

a colección legada en 1835 por Guillaume Dupuytren, cirujano en jefe del Hôtel-Dieu, hospital fundado en el siglo VII en París, fue originalmente destinada a los estudiantes de medicina, pero desde 2003 se permite al público visitarla con la recomendación de que no es apta para almas sensibles.

Este museo de anatomía patológica, en la Facultad de Medicina París-Descartes, exhibe esqueletos y cráneos deformes, órganos vitales, fetos en un líquido de conservación que no contiene formol y cuya fórmula sigue siendo secreta. Más de 6 mil piezas humanas en estantes, vitrinas y vitroleros representan un patrimonio mundial para la historia de la medicina y el conocimiento de sinnúmero de enfermedades.

Ahí se encuentra el cerebro de Le Borgne, conocido como Tan, porque repetía incesantemente esta palabra hasta que el famoso médico Paul Broca (1824-1880) descubrió los mecanismos de la afasia. También se muestran reproducciones en cera, realizadas con maestría por el artesano Jules Baretta, especialista en rostros y cuerpos humanos con malformaciones, como niños con labio leporino o la del hombre Pipine, cuyos pies y manos salían del tronco, enfermedad llamada focomelia y que le permitió vivir exhibiéndose en ferias. Se encuentra un miembro masculino con el mal de recklinghausen, que sirvió para inspirar la película El hombre elefante, y el esqueleto de una mujer que donó su cuerpo en 1752 para estudiar descalcificación avanzada.

Si las deformidades humanas fueron tema social, periodístico y literario en el siglo XIX, este museo atrae en el XXI a personas que desean informarse, no por Internet, de dolencias personales con sana curiosidad.

Yuriria Iturriaga