Las Vegas, 15 de noviembre.

Pese a revelar en su reciente autobiografía que fue un adicto al sexo y a las drogas, el ex campeón mundial de boxeo Mike Tyson no se arrepiente de su pasado.

Así es la vida. No todo va siempre como uno quiere, pero fue mi vida y estuvo bien. No quiero mirar atrás, dijo en entrevista con Dpa el estadunidense de 47 años, uno de los pesos pesados más famosos y controvertidos de la historia.

El ex pugilista, quien estuvo tres años en la cárcel por violación, revela en su autobiografía La Verdad Indiscutida que tomó cocaína antes de algunos combates y que evitó los controles antidopaje con orina limpia de un pene falso.

Tyson aseguró que su frase, en la que se califica a sí mismo como el hombre más malo del planeta, formaba parte de una campaña de imagen y que el odio entre boxeadores es más un cliché.

–Su autobiografía muestra una vida muy interesante. ¿Hay algo de lo que se arrepienta?

–No, no. Lo que pasó, pasó.

-- Usted se autodenominó una vez el hombre más malo del planeta. ¿Hay que ser realmente tan malo para ser un buen boxeador?

–Por supuesto que no. Dije eso entonces porque quería aclarar algo: ¡no hay nadie que me pueda patear el trasero!, pero esto no se aplica fundamentalmente al boxeo. Sin embargo, esa frase me ha perseguido desde entonces.

–Cuando se le veía pelear, realmente parecía que usted odiara a su rival. ¿Hace falta el odio para ser un gran pugilista?

–No lo sé. Pienso que eso es más un cliché, pero en mi caso había por supuesto una imagen construida. Era sicología. El otro debía pensar que lo odiaba, que quería matarlo y que cada golpe podía ser su final, pero para mí solo era pasión.

Tyson, uno de los pesos pesados más famosos y controvertidosFoto Ap

–Usted dijo una vez que el boxeo lo hizo una mala persona. ¿Quiere ahora hacer peores personas a otras (ahora en su faceta de promotor)?

–No, realmente no, pero tampoco creo que el boxeo pueda convertir a una persona en alguien peor. O es así antes o no lo es después. Lo último que yo quiero es convertir a las personas en alguien peor.

–¿Qué necesita un buen boxeador? ¿Buenos músculos, puños duros?

–Claramente, lo primero, una voluntad de hierro. Arder en deseos de ser el mejor del mundo. Y luego entrenar realmente duro para eso. También se necesitan músculos, pero eso es lo de menos. En los mejores boxeadores el físico hace quizá el 10 por ciento. Es una cuestión de voluntad y espíritu.

–¿Qué opina de los hermanos Klitschko (monarcas mundiales de peso completo)?

–Son grandes luchadores, auténticos ganadores y expertos. Es fantástico.

–¿Es usted mejor que ellos?

–No lo sé. Eso debe decidirlo la historia.

–Muchos expertos ven una gran crisis en los pesos pesados estadunidenses. ¿Quién puede resolver el problema?

–Realmente no sé quién puede hacer algo. Los Klitschko son de momento realmente buenos y ganan todo. Quizá ahora no haya más sitio para un boxeador de Estados Unidos.

–Usted mismo es ahora promotor, como su ex promotor Don King. ¿Qué lo diferencia de él?

–Yo no soy Don King. Somos dos personas totalmente diferentes. Dejémoslo sencillamente en eso.